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Filópolis en Cristo. Nº 2 (2024), 97-102
Recensiones
Las profesionales ofrecen valiosas herramientas tendientes a en-
contrar “modos de acompañar dignamente a las familias que reciben
una noticia tan dolorosa durante la gestación” (p. 197).
Seguidamente, Jorge Nicolás Laerriere aborda el caso “Beatriz”
y el aborto de personas con discapacidad.
Plantea que la legalización o despenalización del aborto sin invo-
cación de causales hasta la semana 12 o 14, si bien puede presentarse
“neutra” en apariencia, contiene una discriminación indirecta de las
personas con discapacidad, dado que dentro de ese plazo se realizan
estudios de tamizaje y diagnóstico prenatal que, al arrojar situaciones
discapacitantes, conducen a la eliminación sistemática de tales perso-
nas, en porcentajes que rondan el 90% de los casos.
Apoyado en calicadas estadísticas, el Director del Centro de
Bioética, Persona y Familia concluye que el aborto no soluciona las
causas de fondo y se desentiende del problema “por medio de la exal-
tación de la autonomía individual, soslayando la inviolabilidad de
cada vida humana” (p. 208).
Finalmente, María Carmelina Londoño Lázaro nos ofrece su contri-
bución sobre tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes en el de-
recho internacional de los derechos humanos, respecto al caso “Beatriz”.
Habiendo esclarecido los conceptos pertinentes, sostiene que en un
sistema jurídico coherente, donde los derechos de la madre deben ar-
monizarse con los derechos del hijo por nacer, luce absolutamente irra-
zonable considerar la prohibición de aborto como un acto de tortura.
Por lo demás –apunta la profesora de la Universidad de La Saba-
na– llama la atención que en el debate se descarten las voces cientí-
cas que plantean que el propio aborto es un acto de tortura o un trato
cruel, inhumano y degradante.
Hasta aquí, la presentación de esta obra colectiva que, desde una
perspectiva cientíca, jurídica y losóca, contribuye a esclarecer los
aspectos centrales de una temática tan debatida como la del aborto.
En reciente declaración, ha recordado el Dicasterio para la Doc-
trina de la Fe que “el aborto procurado es la eliminación deliberada y
directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase ini-
cial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento” (Dignitas
Innita N° 47, 08/04/2024).