
12 Filópolis en Cristo N° 4 (2025) 1-24
ISSNL 3008-8844
Ricardo von Büren
tender cabalmente en qué consiste su proclamación de “la Realeza de
Cristo sobre todas la creación, y, en particular, sobre las sociedades
humanas” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2105).
Algunos años después, en 1888, publica Libertas Praestantissi-
mum. Ya había condenado, como vimos, al comunismo, al socialismo
y al nihilismo, y ahora esclarece el verdadero sentido de la libertad
con esta encíclica, Libertas, en la que, además, critica severamente al
liberalismo, distinguiendo distintos grados en esta ideología. Un libe-
ralismo de primer grado, otro de segundo grado y, nalmente, otro
de tercer grado, todos censurables desde la doctrina católica. Y nal-
mente, en el año 1890 (insistimos, todavía no había publicado Rerum
Novarum), publica Sapientiae Christianae, “sobre los deberes cívi-
cos de los cristianos”, es decir, la obligación que tienen los laicos, los
seglares, de participar en la vida civil y política. Al año siguiente, en
1891, nalmente, después de todo el camino recorrido, es decir, de
haber elaborado artesanalmente una suerte de catedral doctrinal, pu-
blica la célebre encíclica Rerum Novarum. Posteriormente, alumbra-
rán varios documentos, entre los que destacamos las encíclicas Quar-
to abeunte saeculo, celebrando el IV Centenario del Descubrimiento
de América, en 1892, y Graves de communi, sobre la acción de los
cristianos en la política, en 1901.
Un año antes de su muerte, y con motivo de cumplir 25 años de
ponticado en 1902, León XIII publica la encíclica Annum Ingressi,
una de las últimas del corpus sapiencial del “magisterio leonino”, en
la que recuerda las grandes líneas de su gestión de gobierno y de sus
preocupaciones pastorales, evocando los principales documentos sa-
lidos de su pluma. Dice así:
Desde los comienzos de nuestro ponticado, nos hemos consa-
grado con todo afán a exponer y subrayar las benécas inten-
ciones de la Iglesia y a extender lo más posible, con el tesoro de
sus doctrinas, su saludable acción. A este n fueron dirigidos los
principales documentos de nuestro ponticado, especialmente
las encíclicas sobre la losofía cristiana, la libertad humana, el
matrimonio cristiano, las sectas masónicas, los poderes públi-
cos, la constitución cristiana de los estados, el socialismo, la