Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Enrique Shaw y la Doctrina
Social de la Iglesia
Enrique Shaw and the Church’s Social Teaching
Germán Masserdotti
Universidad del Salvador
agmasserdotti@yahoo.com.ar
ORCID: 0000-0002-3365-7960
Resumen. Se expone la relación entre
Enrique Shaw y la Doctrina de la Iglesia
en lo que se reere a la importancia en la
vida del empresario argentino y en cuanto
a su estudio, difusión y aplicación.
Palabras claves: Doctrina Social de la
Iglesia, Enrique Shaw, Apostolado, Evan-
gelización, Empresa.
Abstract. The relationship between
Enrique Shaw and the Doctrine of the
Church is exposed in what refers to the
importance in the life of the Argentine
businessman and in terms of its study,
dissemination and application.
Keywords: Church’s Social Teaching,
Enrique Shaw, Apostleship, Evangeli-
zation, Enterprise.
Introducción
En la constitución pastoral Gaudium et spes, el Concilio Vaticano
II enseña que “los cristianos que toman parte activa en el movimiento
económico-social de nuestro tiempo y luchan por la justicia y caridad”
deben convencerse “de que pueden contribuir mucho al bienestar de
la humanidad y a la paz del mundo. Individual y colectivamente den
ejemplo en este campo”.
Adquirida la competencia profesional y la experiencia que son
absolutamente necesarias –continúa–, respeten en la acción
temporal la justa jerarquía de valores, con delidad a Cristo y a
136 Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Germán Masserdotti
su Evangelio, a n de que toda su vida, así la individual como la
social, quede saturada con el espíritu de las bienaventuranzas, y
particularmente con el espíritu de la pobreza (Concilio Vaticano
II, nº 72)
Concluye diciendo
Quien con obediencia a Cristo busca ante todo el reino de Dios,
encuentra en éste un amor más fuerte y más puro para ayudar a
todos sus hermanos y para realizar la obra de la justicia bajo la ins-
piración de la caridad (Concilio Vaticano II, 1965, nº 72).
Estas palabras parecen dichas para ilustrar la vida y la obra del
siervo de Dios Enrique Shaw quien, inspirado en una vida interior
practicada en grado heroico, se propuso evangelizar el ambiente propio
de acción como dirigente de empresa teniendo como principal objetivo
la promoción obrera bajo la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
La vida y la obra de Enrique Shaw se inscriben en la fecunda his-
toria del laicado católico argentino que procuró, mediante el estudio,
la difusión y la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia, cristiani-
zar a nuestra querida patria Argentina.
Bienaventurada es nuestra patria porque en ella un cristiano
puede llegar a ser santo –armó Enrique en una de sus inter-
venciones públicas–. Bienaventuranza es una palabra que quiere
decir felicidad, y con ese signicado la explicó nuestro Señor Je-
sucristo en el Sermón de la Montaña. Felices somos, pues, no-
sotros, los argentinos que podemos cumplir todas y cada una de
estas bienaventuranzas. Hay mucho de bueno que hacer en nues-
tro país aun cuando a veces no lo parezca. Está a nuestro alcance
y posibilidades hacer triunfar al cristianismo, y, por lo tanto, de-
bemos hacer lo que a ello contribuya de un modo u otro. Si em-
pleamos bien todos los medios existentes a nuestra disposición,
somos más fuertes de lo que pensamos. ¡Actuemos! Las Sagradas
Escrituras dicen que los santos juzgarán la Tierra (Shaw de Crit-
to, 2017, p. 194).
137
Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Enrique Shaw y la Doctrina Social de la Iglesia
En Enrique Shaw, esta “recapitulación en Cristo” (Ef 1:10) de la
vida social argentina tuvo como ámbito especial de acción el mundo
económico y, todavía más en concreto, el empresarial. “Hay que ‘es-
tar’ en los problemas temporales, pero no quedarnos prisioneros de
los problemas temporales –sostuvo Enrique Shaw–. La gran tarea de
la hora presente es la animación espiritual del orden temporal, la re-
integración de todos los valores profanos en una concepción total de
la vida y del mundo según Cristo” (Shaw, 2010, p. 165).
La importancia del estudio, de la difusión y de
la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia
La Doctrina Social de la Iglesia ocupa un lugar central en el o-
cio magisterial de los Sumos Pontíces, desde los mismos comienzos
del Cristianismo hasta el día de hoy con el Papa Francisco. Además de
contar con los documentos magisteriales, el Ponticio Consejo Iustitia
et Pax confeccionó el conocido Compendio de la Doctrina Social de la
Iglesia publicado en 2004 bajo el ponticado de san Juan Pablo II.
El corpus doctrinal de la Iglesia en materia social, en primer lu-
gar, debe ser conocido y estudiado. Conocido y estudiado en sus prin-
cipios de reexión, en sus criterios de juicio y en sus orientaciones
para la acción. Conocido y estudiado con disciplina, con método, con
perseverancia, con sacricio, sobre todo por parte de quienes “esta-
mos en el mundo sin ser del mundo” (Evangelio según San Juan),
para quienes debemos “estar en los problemas temporales, pero no
quedarnos prisioneros de los problemas temporales”, según ya cita-
mos a Enrique Shaw.
Además, la Doctrina Social de la Iglesia debe ser difundida. En
este sentido, resulta fundamental la abnegada tarea de escribir y pu-
blicar sobre temas vinculados a ella. Y, como veremos con el ejemplo
encarnado de Enrique Shaw, de promover la prensa católica.
Por último, la Doctrina Social de la Iglesia debe ser aplicada. Por-
que hoy, ayer como siempre, sigue vigente el lema paulino: “Omnia
instaurare in Christo” (Ef 1:10).
En este trabajo, entonces, luego de un breve perl biográco del
siervo de Dios Enrique Shaw, nos detendremos en cómo él fue un
138 Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Germán Masserdotti
ejemplo como estudioso, difusor y practicante de la Doctrina Social
de la Iglesia en su ambiente natural que fue el de la vida económica
como dirigente de empresa.
Breve perl biográco de Enrique Shaw
Referir algunos datos biográcos podría resultar correcto pero,
con todo, resultaría insuciente para aproximarse a la vida y la obra
de Enrique Shaw. En este sentido, conviene saber que nuestro pro-
tagonista nació el 26 de febrero de 1921 en París, fue un alumno so-
bresaliente en el Colegio La Salle, ingresa a la Escuela Naval con 14
años, se casa con Cecilia Bunge en 1943 y tiene 9 hijos, pide la baja de
la Armada Argentina en 1945 para dedicarse al apostolado entre los
obreros, se incorpora a Cristalería Rigolleau como dirigente de em-
presa, forma parte de la Acción Católica, funda en 1952 la Asociación
Cristiana de Dirigentes de Empresa (Acde), es el principal gestor de
numerosas iniciativas apostólicas y sociales, en 1957 se le detecta un
cáncer incurable, no obstante su enfermedad, sigue con su actividad
habitual movido por su afán apostólico y, nalmente, fallece el 27 de
agosto de 1962. Se trata de datos importantes, por cierto, pero insu-
cientes. ¿Qué faltaría decir sobre Enrique Shaw?
Señalamos que las palabras del Concilio Vaticano II citadas arri-
ba parecen dichas para ilustrar la vida y la obra del siervo de Dios En-
rique Shaw quien, inspirado en una vida interior practicada en grado
heroico, se propuso evangelizar el ambiente propio de acción como
dirigente de empresa teniendo como principal objetivo la promoción
obrera bajo la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
En este sentido, conviene recordar que Enrique Shaw fue un hom-
bre cristiano de vida interior. Este punto está bien tratado en las notas
y apuntes personales que recoge Adolfo Critto en una publicación breve
y substanciosa. Se titula Enrique Shaw: la espiritualidad de un padre
de familia, empresario y cristiano ejemplar. Observa Critto que si bien
las notas y apuntes personales fueron agrupados por temas
En cada uno de ellos las notas que aquí presentamos nos per-
miten descubrir la progresividad de su pensamiento y, al mismo
139
Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Enrique Shaw y la Doctrina Social de la Iglesia
tiempo, la continuidad y profundidad del camino espiritual que
recorrió Enrique a lo largo de una vida dedicada a Dios a sus her-
manos (Critto, 2011, p. 8).
Valga un ejemplo como botón de muestra
El apóstol es un enviado. Para ser apóstol se necesita estar uni-
do a Cristo por la fe y la caridad. El apóstol debe saber lo que
piensa Cristo. Vivir esa caridad en su trabajo, en su hogar, en
el lugar donde lo colocó la Providencia. Entregarse sin reservas
(Critto, 2011, p. 29).
Enrique Shaw y el estudio, la difusión y la
aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia
Como arma Sara Shaw de Critto en Viviendo con alegría. Tes-
timonios y breve biografía de Enrique Shaw, su padre “era un en-
tusiasta de este tema [la Doctrina Social de la Iglesia], organizó una
librería para difundir libros relacionados a ella y consideraba que su
conversión se debía a la lectura de un libro sobre estas cuestiones”
(Shaw de Critto: 2017, p. 189). Y agrega: “Si bien falleció antes del
comienzo del Concilio [Vaticano II], tenía la visión de un precursor,
especialmente referido al apostolado de los laicos” (Shaw de Critto,
2017, p. 189).
En el escenario empresarial apareció y veíamos en él [Enrique Shaw]
a alguien que podría hacer efectiva la Doctrina Social de la Iglesia
–arma el P. Pedro Richards–. Había que modernizar la Rerum
novarum y aplicar la Quadragesimo Anno. Lo que las Semanas So-
ciales habían puesto sobre el tapete necesitaba “encarnadores”. En
ese clima aparece Enrique (Shaw de Critto, 2017, p. 189).
Más adelante agrega el P. Pedro Richards
Su gura, su abierto catolicismo, su valentía en ser portavoz
de una solución católica a las relaciones del Capital y Trabajo,
140 Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Germán Masserdotti
eran rasgos por los cuales clamaba la Iglesia en medio de los
sacudones revolucionarios. Lo admirábamos desde lejos. Es de
notar cómo un dirigente como Enrique desde lejos irradiaba
ortodoxia, vida interior y conducción. Algunos lo sintieron de
más de cerca. Otros nos nutríamos de sus ecos, comentarios y la
sensación de que, al n, había llegado una rica inuencia para el
mundo de la Economía. ¡Había que apoyarlo! (Shaw de Critto,
2017, p. 189).
Enrique Shaw, como apunta Recaredo Vázquez, era de esos hom-
bres que están allí donde “las cosas se hacen”.
Porque es menester distinguir entre la legión de personajes em-
peñados en discusiones superuas y los hombres que “hacen
las cosas”. Estos últimos son aquellos que con su imaginación,
energía y posibilidades económicas construyen el país. Enrique
estuvo entre ellos pero con su fe y su doctrina (Shaw de Critto,
2017, p. 189).
Apuntaré tres ejemplos en que se puede vericar a Enrique
Shaw como estudioso, difusor y practicante de la Doctrina Social de
la Iglesia.
1. Estudio
Su fe comenzó en su infancia basada en lo que le relataban sobre la
piedad de su madre, continuó en el colegio La Salle y se transfor-
mó en una fe de adulto cuando era guardiamarina de veinte años
de edad. Encontró por casualidad un librito que lo entusiasmó y
que lo llevó hacia lo que él llamó su “conversión”. Fue durante
una licencia estival que pasó en Mar del Plata. Era del Cardenal
Verdier y la obra: Manual de cuestiones contemporáneas (Shaw
de Critto, 2017, p. 26).
Esta lectura –testimonió Cecilia, su esposa– fue como un relám-
pago de luz para él que iluminó todo un mundo que desconocía,
141
Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Enrique Shaw y la Doctrina Social de la Iglesia
hasta entonces no había podido intelectualizar su fe. Esta ya
existía desde que era niño pero allí llegó a la madurez. Esto lo
llevó inmediatamente a la lectura del Evangelio y la Biblia, de la
Rerum novarum, Quadragesimo Anno y otras publicaciones de
la Doctrina Social de la Iglesia (Shaw de Critto, 2017, 26).
2. Difusión
Como apunta Sara, su hija mayor, su padre tenía
Gran interés en que hubiera un diario católico y por la evange-
lización a través de los medios de comunicación social. En 1954
comenzó a contribuir para sostener el diario católico El Pueblo,
de larga trayectoria en el país y el único católico de circulación
nacional.
El Pueblo había sido fundado por el P. Federico Grote, sacerdote
y religioso redentorista alemán, en 1901. El diario “tenía problemas
para cubrir sus costos. Enrique comprendió la importancia de este
medio de comunicación y ayudó a mantenerlo desde 1954 a 1956”
(Shaw de Critto, 2017, p. 199).
Sara también destaca que su padre,
Con un grupo de amigos gestionó el control de la editorial Haynes
que estaba a punto de cerrar en 1957. Este empresa había sido
propietaria de ocho diarios, entre ella Radio El Mundo, y tam-
bién del diario de la mañana El Mundo, con un tiraje de 300.000
ejemplares y de dos revistas” (Shaw de Critto: 2017, 201).
El mismo Enrique Shaw armó
El hombre de empresa católico debe ser capaz de desapegarse del
miedo a perder los bienes en los cuales se apoya para tener segu-
ridad económica, y, conando en Dios y con prudente optimismo,
tomar algún riesgo, sobre todo si se trata de desarrollar riquezas na-
turales o de crear nuevas y auténticas fuentes de trabajo, o aquella
142 Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Germán Masserdotti
formas de empresas –periodismo, por ejemplo– que, aún cuando
riesgosas e improductivas, pueden contribuir al bien común (Ro-
mero Carranza, 2005, p. 191).
3. Aplicación
La conocida Ley Nacional de “Asignaciones familiares” (sancio-
nada como Decreto-Ley 7913/57) se debió al trabajo intenso de En-
rique Shaw. Como también consigna Sara, la gran consideración de
Enrique Shaw
A la familia lo motivó a contribuir a ella a través de la legisla-
ción. Junto con los colegas de Acde contribuyó a desarrollar el
proyecto de Ley Nacional de Asignaciones Familiares. La pro-
puesta era ayudar a que todos los que hicieran un trabajo similar
tuvieran un mismo nivel de vida (Shaw de Critto, 2017, p. 205).
En este sentido, escribió Enrique Shaw
Para que haya justicia y paz y se avance en la calidad de vida de la
población es necesario hacer acciones concretas, que se resuelvan
problemas de la vida cotidiana. La implantación legal del salario
familiar requirió muchos esfuerzos técnicos, jurídicos y económi-
cos. No había oposición a este proyecto, pero nadie se molestaba
en hacer los estudios previos (Shaw de Critto, 2017, 205).
Algunas conclusiones telegramáticas
1. Qué le enseña Enrique Shaw a los empresarios: unida de vida entre
la fe y su profesión.
2. Qué le enseña Enrique Shaw a los políticos argentinos: contar con
empresarios que buscan, como ellos mismos deben hacerlo en
primer lugar, el bien común de los argentinos.
3. Qué le enseña Enrique Shaw a los sindicalistas: la empresa, además
de una comunidad de trabajo, en primer lugar es una comunidad
de vida.
143
Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Enrique Shaw y la Doctrina Social de la Iglesia
Concluyamos con palabras esperanzadoras citando a Gonzalo
Tanoira, ex presidente de Acde:
En su época Shaw tuvo la capacidad de enfrentar momentos com-
plejos y mantener vivos sus principios, sin ceder a la tentación
del atajo fácil que ajusta según convenga. No desconocía que una
empresa debe ser rentable pero sabía que solo con eso no alcanza.
Tenía por objetivo buscar el desarrollo pleno de la gente y la e-
cacia con humanidad. El Papa Francisco dice, precisamente, que
el “espíritu mundano” corrompe y puede resumirse en la cultura
de lo efímero, supercial, la apariencia y el relativismo. Enrique
Shaw encarnaba las enseñanzas del Evangelio y se esforzaba por
ahondar en la cuestión social pregonada por la Iglesia respecto
de la economía y el mundo del trabajo, muy lejos de la munda-
nidad y de las teorías de la especulación nanciera. (…). Hoy po-
demos aprender mucho de su actitud [la de Enrique Shaw] para
vernos con los enormes desafíos del futuro. Humanizar la vida y
la economía. Refundar un nuevo camino de progreso basado en
los valores de honestidad intelectual y práctica, la cooperación,
escucha activa y el diálogo que busca acuerdos básicos. ¿Podre-
mos los argentinos? (Tanoira, 2020).
Referencias
Concilio Vaticano II. (1965). Constitución pastoral Gaudium et spes.
https://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/
documents/vat-ii_const_19651207_gaudium-et-spes_sp.html.
Critto, A. (2011). Enrique Shaw: la espiritualidad de un padre de fa-
milia, empresario y cristiano ejemplar. Claretiana.
Romero Carranza, A. (2005). Enrique Shaw y sus circunstancias. Acde.
Elizalde, F. (comp.). (2010). Y dominad la tierra… Palabras y escri-
tos de Enrique Shaw. Buenos Aires.
Shaw de Critto, S. (2017). Viviendo con alegría. Testimonios y breve
biografía de Enrique Shaw. Claretiana.
Tanoira, G. (26 de agosto de 2020). Una salida cristiana para el la-
berinto que nos impide mejorar. La Nación.
144 Filópolis en Cristo. Nº 1 (2023), 135-144
Germán Masserdotti
https://www.lanacion.com.ar/economia/una-salida-cristiana-
laberinto-nos-impide-progresar-nid2432153/
Publicado bajo una Licencia Creative Commons
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional