Itinerantes. Revista de Historia y Religión 21 (ene-jun 2025) 118-152
https://doi.org/10.53439/revitin.2025.1.06
Las obras de inspiración lebretiana en Uruguay: de los Equipos del Bien Común al IEPAL. Redes y capital humano
Lebret-inspired works in Uruguay: from the Equipos del Bien Común to IEPAL. Networks and human capital
Susana Monreal
Universidad Católica del Uruguay
https://orcid.org/0000-0002-2979-4188
Resumen
Tres obras de inspiración lebretiana reflejaron el proceso seguido por el propio P. Lebret desde los estudios económicos y sociales, iluminados por la teología, hasta la inmersión en la temática del “desarrollo”, que lo vincula al “catolicismo tercermundista”. En junio de 1947, Louis-Joseph Lebret OP, fundador y director de Economía y Humanismo llegó por primera vez a América Latina. En Montevideo, realizó contactos que condujeron a la creación, en 1949, de los Equipos del Bien Común, primera obra inspirada por Lebret y sus propuestas de trabajo social y de acción comunitaria. En 1957, en presencia de Lebret y por su iniciativa, se fundó, en Montevideo, el Centro Latinoamericano de Economía Humana, como núcleo coordinador del trabajo continental de los grupos nacionales de Economía y Humanismo. A partir de 1963, también en Montevideo, surgió un tercer proyecto lebretiano, el IEPAL/Instituto de Estudios Políticos para América Latina, liderado por Fr. Paul Ramlot OP y vinculado a la nueva obra de Lebret, el IRFED/Instituto Internacional para la Investigación y de Formación, Educación y Desarrollo, de 1958.
A través del estudio de estos proyectos y de los perfiles de sus protagonistas nos proponemos reconstruir las redes, locales en un primer momento, latinoamericanas desde 1957, y en cierta medida internacionales a partir de 1963. En ellas radicó el capital humano que dio vida al lebretismo latinoamericano, pero que lo superó ampliamente por las vinculaciones y las proyecciones de sus protagonistas en organizaciones latinoamericanas y mundiales.
Palabras clave: Lebret, Equipos del Bien Común, Claeh, IEPAL
Abstract
Three works Lebret-inspired reflected the process followed by Father Lebret himself, from economic and social studies, illuminated by theology, to his immersion in the subject of "development", which linked him to "Third World Catholicism." In June 1947, Louis-Joseph Lebret OP, founder and director of Economy and Humanism, arrived for the first time in Latin America. In Montevideo, he made contacts that led to the creation, in 1949, of the Equipos del Bien Común, the first work inspired by Lebret and his proposals for social work and community action. In 1957, in Lebret's presence and at his initiative, the Centro Latinoamericano de Economía Humana was founded in Montevideo, as a coordinating center for the continental work of national Economy and Humanism groups. Beginning in 1963, also in Montevideo, a third Lebret project emerged: the IEPAL/Instituto de Estudios Políticos para América Latina, led by Fr. Paul Ramlot OP and linked to Lebret's new work, the IRFED/ International Institute for Research and Training, Education and Development, established in 1958.
Through the study of these projects and the profiles of their protagonists, we propose to reconstruct the networks, initially local, Latin American from 1957, and international, to a certain extent, from 1963 onward. These networks provided the human capital that gave rise to Latin American Lebret movement, far surpassed by the connections and projections of its protagonists in Latin American and global organizations.
Keywords: Lebret, Equipos del Bien Común, Claeh, IEPAL
Fecha de envío: 5 de Mayo de 2025
Fecha de aceptación: 17 de Junio de 2025
Dominico desde 1923 y sacerdote desde 1928, Louis-Joseph Lebret fundó el movimiento Economía y Humanismo en Marsella, en 1941. En una primera etapa, el movimiento se propuso renovar la economía política y la militancia católica, a través de la realización de encuestas sociales, en un principio en relación con la pastoral obrera.1 Hacia 1950, después de atravesar un período problemático2, Lebret reorientó el trabajo de Economía y Humanismo hacia el Tercer Mundo, emprendiendo proyectos de desarrollo y de planificación regional en América Latina, Vietnam, Líbano y Senegal (Pelletier, 2017: 167-168).3 A partir de fines de los años 40, Brasil, y pronto otros países sudamericanos, se transformarían en el “laboratorio de la reconstrucción” -”laboratorio y terreno de experimentación”- del movimiento hacia la consolidación del “tercermundismo católico” (Pelletier, 1996: 292-303).
En relación con América Latina, el influjo del padre Lebret se hizo sentir, principalmente, por tres vías: los viajes del propio fraile a partir de 1947; la participación de católicos latinoamericanos en cursos y sesiones de trabajo tanto en Europa como en Latinoamérica; y la estadía en América Latina, por períodos de meses o de décadas, de discípulos de Lebret, que desarrollaron sus propuestas, cada uno con su propio estilo.
Por otra parte, las etapas del pensamiento y las propuestas del padre Lebret también se reflejaron en las obras que inspiró, distinguiéndose un primer período vinculado a Economía y Humanismo y un segundo momento, que respondió a la fundación del Institut international de recherche et de formation en vue du développement harmonisé, el IRFED, en 1958. En la primera etapa, el énfasis se puso en la difusión del “desarrollo humano integral” a través de buenos diagnósticos y de estudios económicos y sociales iluminados por la teología, comprometidos con la promoción humana y el cambio social. En la etapa siguiente, el compromiso se reorientó y la consigna pasó a ser la promoción del “desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres”, ideada por François Perroux. Los actores serían expertos en áreas diversas, verdaderos “développeurs” –“desarrollistas” (Angelo, 2013: 27-34).
En Uruguay, desde Montevideo, a lo largo de dos décadas, entre 1949 y 1969 más precisamente, tres obras de inspiración lebretiana reflejaron este proceso. En este texto, primeramente, caracterizaremos cada una de estas iniciativas, más o menos durables y exitosas. En segundo lugar, analizaremos cada institución, en función de la creación de redes, intelectuales y de acción, y de la formación de un capital humano que beneficiaría a varias regiones de América del Sur.
Las obras de inspiración lebretiana en Uruguay
A través de las vías ya mencionadas, el padre Lebret inspiró la puesta en marcha de tres obras en Uruguay: los Equipos del Bien Común en 1947; el Centro Latinoamericano de Economía Humana o Claeh en 1957; y, a partir de 1963, el Instituto de Estudios Políticos para América Latina, conocido como IEPAL.
Los Equipos del Bien Común
La primera propuesta se vincula con el primer viaje de Lebret a América Latina, a mediados de 1947, resultante en parte de los contactos entre Lebret y el dominico brasileño Romeu Dale4, estudiante en el convento de Saint-Maximin a inicios de la década de 1940. La invitación posterior que el Prof. Cyro Berlink Alceu, director de la Escola Livre de Sociologia e Politica (ELSP), dirigió a Lebret caería sobre un terrero ya preparado. Louis-Joseph Lebret viajó a Brasil, por varios meses, realizando visitas a Uruguay, Argentina y Chile (Cestaro, 2015: 138-149; Angelo, 2013: 72-78; Pontual, 2016: 25-69; 2012a y 2012b).
El padre Lebret tuvo su primer contacto con Brasil, o más precisamente con sus dos ciudades más importantes, en un contexto bastante positivo. En período de postguerra, se combinaban buenos números en la economía y tiempos de reapertura democrática, al terminar la dictadura de Getulio Vargas. Había cierto clima, al mismo tiempo, de optimismo y de preocupación, especialmente entre la élite empresarial y en los sectores trabajadores concentrados en São Pablo (Cestaro, 2015: 139-140). Por otra parte, Lebret llegó como invitado de la ELSP, fundada en 1933 por empresarios paulistas, según el modelo de la Escuela de Chicago, centrada en la investigación empírica y en la formación de cuadros para la administración pública. Este contacto suponía también, para el dominico, el inicio de una carrera académica en el exterior, lo que implicaba algunas ventajas (Cestaro, 2015: 140-142).5
En el curso “Introducción general a la economía humana”, dictado por Lebret, durante tres meses en la ELSP, el fraile presentó -a intelectuales, sacerdotes, políticos, líderes sindicales y jóvenes militantes de la JUC- su primera síntesis académica del concepto de “economía humana”. Fundada en principios metafísicos, centrada en la persona humana y en la tripartición de las necesidades humanas -de subsistencia y dignidad, de facilidad y confort, y de creación y superación- “la economía humana [era] una máquina de guerra dirigida contra todos los materialismos contemporáneos”, señala Pelletier (1996: 102-110; Pontual, 2012a: 5-6).
Lebret viajó a Montevideo en el mes de junio de 1947. Llegó a un país próspero, con una sociedad satisfecha de sí misma: democracia estable, prosperidad económica, legislación social de avanzada, redistribución de la riqueza, desarrollo de la educación y la cultura. En esa época Uruguay se reconocía como “el Uruguay feliz” de los años 40 y 50. En el Club Católico de Montevideo, la casa histórica del laicado católico desde 1875, Lebret ofreció una conferencia y dirigió una jornada de estudio, asociando de manera novedosa la reflexión teológica con la problemática social de la región. El fraile evaluó este encuentro como un “excelente trabajo”, y quedó gratamente impresionado por el número y la calidad de las preguntas. En este contexto, tuvo los primeros contactos con Juan Pablo Terra y Carlos Tosar, jóvenes estudiantes de arquitectura, quienes sintieron el impacto del encuentro con Lebret, su estilo y sus propuestas. También para Fr. Lebret, la visita a Uruguay resultó una experiencia gratificante:
Me voy de Uruguay con el corazón apesadumbrado, he encontrado aquí tantos amigos. Esto es Francia, pero la Francia rica de 1926-28. La vida es más barata aquí que allá y los salarios son más altos. […] Muy pocas personas mal vestidas. […] Una impresión extrema de libertad. Nada de esa angustia que tanto le duele al alma en Brasil. Personas que gozan de buena salud porque están bien alojadas y bien alimentadas.6
Luego de participar de las conferencias de Lebret, “convocamos a un grupo de amigos a discutir, primero ese pensamiento, luego el programa futuro de estudio y acción”, escribía Terra en 1988. En el mismo texto precisaba: “un grupo de amigos, militantes de la Federación Universitaria de Estudiantes de Acción Católica intentábamos, como una prolongación de nuestra propia vida religiosa, profundizar la comprensión de los problemas sociales y de las perspectivas de realización de una sociedad fraternal y justa” (Terra, 1988: 6).
Así nacieron los llamados Equipos del Bien Común, aunque funcionó un único grupo. Desde entonces, con Terra y Tosar a la cabeza, una veintena de universitarios católicos se dedicaría a los estudios sociales en la perspectiva del “desarrollo humano integral” (Birou, 1990: 23-24). Una de las primeras tareas del grupo fue la traducción al español del Curso de Economía Humana, que Lebret había dado en São Pablo, que sería publicado en un sencillo y muy grueso volumen.7 Aquella “red inorgánica de amigos”, a la que el mismo Terra aludía, fue ganando forma, definiendo objetivos y desarrollando trabajos de encuestas desde 1949.8 Casi cuatro décadas más tarde, en 1990, Alain Birou OP quien había visitado y trabajado, desde mediados de 1956 y con cierta frecuencia, en el centro montevideano de Economía y Humanismo, manifestaba:
El padre Lebret fue un catalizador y un revelador de un pensamiento comprometido y de una acción pura basada en la realidad observada. Él suscitó la asociación de la encuesta y de la acción, un método multidisciplinar de observación e intervención. Las grandes intuiciones ya experimentadas en Francia fueron perfectamente captadas, adaptadas e implementadas por Pablo Terra (sic) y su equipo, en particular Jorge Garmendia, Beatriz Tabarez (sic) su mujer, Alberto Pígola (Birou, 1990: 23).
El Centro Latinoamericano de Economía Humana
Si bien el padre Lebret no volvió a América hasta julio de 1952, entre otras razones por las resistencias que su primer viaje había despertado en algunos obispos brasileños, los lebretianos uruguayos no perdieron contacto con su mentor (Pelletier, 1996: 300). En setiembre de 1950, Juan Pablo Terra y Carlos Tosar participaron de la Sesión internacional de Economía y Humanismo, en La Tourette.9 Durante diez días, compartieron con unos cuarenta participantes, en su mayoría cristianos, “la acogida cordial y la apertura de espíritu de los religiosos y de los militantes” (Célestin, 1984: 4).
El segundo momento fuerte en la formación del grupo uruguayo sería la Conferencia internacional de Economía Humana, realizada en San Pablo, entre el 18 y el 25 de agosto de 1954. Impulsada por Fray Benevenuto de Santa Cruz OP10 y financiada por el estado de São Pablo, en el marco del cuarto centenario de su fundación, esta conferencia representó la apertura sudamericana de Economía y Humanismo. Con la participación de varios invitados europeos y algunos latinoamericanos, el encuentro posibilitó la creación de nuevos contactos y el establecimiento de una primera red internacional (Célestin, 1984: 18; Pelletier, 1996: 311-312; Pontual, 2012a: 13; Angelo, 2013: 79-85).11 En cuanto a la representación latinoamericana, además de los participantes brasileños -Fr. Benevenuto de Santa Cruz OP, Alceu Amoroso Lima, Antônio Bezerra Baltar, Eduardo Bastos y Fr. Oliveira, asistieron representantes de Chile, Colombia y Uruguay, entre ellos Jacques Chonchol y Francisco Pinto por Chile, Hernán Vergara por Colombia, y Juan Pablo Terra y Carlos Tosar por Uruguay. (Célestin, 1984: 18; Pelletier, 1996: 311; Pontual, 2012a: 14) La clausura del congreso resultó inesperadamente precipitada: el suicidio del presidente Getúlio Vargas, el penúltimo día del congreso, implicó la suspensión de todos los actos públicos en el país, incluida la conferencia de cierre de Lebret.12
Estos encuentros e intercambios fortalecieron al pequeño pero sólido equipo uruguayo, que pasaría por cambios importantes, tal vez inesperados, a partir de 1957. Desde 1953 residía en Montevideo una comunidad de frailes dominicos franceses de la Provincia de Toulouse, algunos de cuyos integrantes respaldarían la implantación de Economía y Humanismo en Uruguay (Monreal, 2019: 63-84). Desde comienzos de 1954, integraba la comunidad Fr. Paul Ramlot OP13, quien, con el respaldo de Lebret, sería el referente constante de sus ideas y proyectos en Uruguay, en la región y en buena parte de América Latina (Pelletier, 1996: 320-326).14 Precisamente Fr. Paul Ramlot gestionó el segundo viaje de Lebret a Montevideo en setiembre de 1957, para presidir la Sesión Interamericana de Economía Humana.15 La conferencia se realizó entre el 7 y el 11 de setiembre, previas consultas entre Lebret y Ramlot, encargado de la articulación y la aprobación del evento, por parte del gobierno uruguayo. Con la participación de un centenar de católicos locales, y la presencia de representaciones latinoamericanas -cuatro brasileños, cuatro paraguayos, quince chilenos, treinta y cinco argentinos y un peruano- se desarrolló la jornada de formación y de intercambio sobre los problemas de los países de América Latina. Lebret vivió con satisfacción este encuentro: “La sesión marcha bien. Asistencia excelente y participantes de calidad. […] El P. Ramlot tiene una capacidad de acción increíble”.16 Finalmente, al término del encuentro, tal vez por iniciativa de Ramlot, se planteó la creación de una red articuladora de Economía y Humanismo en el continente (Pelletier, 1996: 326). Lebret se refiere al tema en su diario:
Última jornada de la sesión […] En la encrucijada, la fundación estatutaria del “Centro Latinoamericano de Economía Humana”. ¿Qué resultará de esto? Solo Dios lo sabe, pero es difícil imaginar que la simpatía y el entusiasmo desatados no den frutos. Siento que esta es una de las mejores sesiones que hemos hecho.
En la muy tranquila Montevideo, el evento fortaleció al grupo uruguayo de 1947, y determinó la fundación del Centro Latinoamericano de Economía Humana, el Claeh, como organismo de articulación de los grupos nacionales de Economía y Humanismo, en diciembre de 1957. El primer Consejo directivo de seis miembros incluyó a tres uruguayos, un argentino, un brasileño y un francés, frailes dominicos los dos últimos: Juan Pablo Terra (Uy), presidente; Héctor Carlos Salgado (Ar), vicepresidente; Beatriz Tabares de Garmendia (Uy), secretaria; Paul Ramlot OP (Fr/Uy), secretario de Relaciones Internacionales; Fr. Benevenuto de Santa Cruz OP (Br) y Juan Enrique Camou (Uy), vocales.17
El relato de Ramlot, publicado, en el mismo mes de setiembre de 1957, en Entre nous, el boletín interno de la Provincia dominicana de Toulouse, resulta revelador. Son claros los buenos resultados del encuentro, el entusiasta clima de acogida al padre Lebret, así como la voluntad dominicana de fortalecer Economía y Humanismo a partir de los auspiciosos antecedentes de los EBC:
[…] el sector vital, importante es E.H. La sesión que acaba de terminar lo ha demostrado con creces. No fue un éxito absoluto, pero sí real: 57 delegados extranjeros vinieron a trabajar entre el 7 y el 12, y 75 uruguayos se sumaron con una regularidad muy loable (¡pagando!). Seis países: Argentina, Brasil, Chile […], Paraguay y Perú. El Padre Lebret, verdaderamente asombroso en claridad sintética y bondad, calificó esta sesión entre las mejores de su carrera en términos de atención y clima. Se echan buenos cimientos. Se han estudiado y aprobado los estatutos del Centro Latinoamericano de EH. Cuatro uruguayos (de los equipos del BC) y yo, con la colaboración más esporádica del hermano Benevenuto de Sancta Crux (sic) y un delegado argentino, editor en Buenos Aires, constituimos el primer consejo provisional. […] La fama del Padre Lebret y la corriente ya existente hacen de EH […] una de las obras más importantes del momento. Esta es una realidad constructiva, una obra que honra a la Orden.18
Entre 1958 y 1962, como secretario de Relaciones Internacionales del Claeh, Ramlot trabajó con dedicación al servicio de lo que él llamó “una red de amistades continental”.19 Juan Pablo Terra también se refiere, treinta años más tarde, al equipo “mixto” que se consagró a las tareas de coordinación, integrado por uruguayos, “algún dominico francés -transitoriamente los PP. Malley y Birou, permanentemente Paul Ramlot” (Terra, 1988: 7)20 y algunos técnicos de otros países, de Brasil y Chile más precisamente.
Por otra parte, los dominicos Alain Birou21 y François Malley22 se integraron al Claeh, a pedido expreso del padre Lebret, para respaldar la publicación de los Cuadernos Latinoamericanos de Economía Humana. Teniendo en cuenta la victoria de la Revolución cubana y sus posibles consecuencias, en 1959 Lebret solicitó el apoyo del provincial de Toulouse, para la obra de Economía y Humanismo en Montevideo: “Creo que sería particularmente importante duplicar al padre Ramlot después de una iniciación técnica suficiente. Un fracaso en América Latina tendría consecuencias graves, especialmente con el ‘castrismo’, que está removiendo al continente. Tendremos que actuar rápidamente si queremos detener las catástrofes.23
Ese mismo año, François Malley fue destinado a Montevideo e integró la comunidad dominicana de Toulouse hasta febrero de 1961; participó de las reuniones del Consejo directivo del Claeh entre octubre de 1959 y junio de 1960, por lo menos.24 Alain Birou desarrolló sus tareas de manera más itinerante. Ambos debían apoyar la consolidación de los Cuadernos Latinoamericanos, que cumplirían un rol valioso en la coordinación de los grupos sudamericanos y en la conformación de un cuerpo doctrinario enfocado en Latinoamérica. Por otra parte, los dominicos franceses tuvieron una presencia destacada en los dieciséis números de la revista publicados entre 1958 y 1967. De acuerdo a la investigadora Virginia Pontual, los artículos más numerosos fueron de origen francés: el mismo Lebret publicó diez artículos, uno en coautoría con Malley; Suavet y Birou aportaron seis textos cada uno; les seguían el chileno Chonchol también con seis, Terra con cinco y Ramlot con tres (Pontual, 2016: 82-84).25 Parece claro que Malley actuó como editor.
La lectura de las actas del Consejo directivo del Claeh permite percibir el compromiso de sus integrantes, así como sus dificultades para mantener activa esta entidad de carácter continental. En poco tiempo, el tema recurrente de las reuniones se volvió la gestión de los Cuadernos Latinoamericanos: las comunicaciones eran lentas, las respuestas se demoraban, los artículos no llegaban, los frailes terminaban asegurando el número de artículos que debía ser publicado.26 Entretanto, el equipo uruguayo, continuaba con los trabajos de encuestas, con prestigio creciente y menor autonomía. Por un lado, el gobierno nacional encargó al grupo varias encuestas: son buenos ejemplos la investigación sobre la situación económica y social del Uruguay rural y el estudio por muestra de la vivienda en Uruguay. Por otra parte, algunos de sus expertos fueron contratados por organismos públicos, como la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE) o la Dirección General de Estado Civil (DGEC) (Terra, 1990: 7).
Como se aprecia, el funcionamiento armónico del Claeh no sería fácil de sostener y, desde 1959, se manifestaron algunas tensiones. El eje de las mismas podría haberse residido en la demanda de una distinción más clara entre las tareas de los uruguayos y las de los dominicos franceses. Rasgos culturales, ritmos de trabajo y lo que se puede haber percibido como incómoda supervisión dominicana y francesa podrían haber pesado entonces. Tampoco debería ignorarse la histórica rebeldía criolla, que también se haría sentir. Solo esta compleja combinación de tiranteces y fervores podría explicar el curioso texto de Terra de 1988:
La fundación del Claeh -en cuanto centro uruguayo, más allá de su nombre- no debe ser, por tanto, fechada en 1958 (¿?), sino en 1947, once años antes. Entendida así, no fue tampoco una creación del P. Lebret, quien sólo había estado de paso en esta zona del continente, sino un proceso uruguayo, surgido de nuestras propias corrientes y nuestras propias angustias, fecundadas -eso sí- por las ideas de Lebret (Terra, 1988: 6).
Alain Birou, por su parte, señala: “Es probable que la atención del grupo uruguayo se haya desviado un poco de la dimensión internacional, contribuyendo a poner fin a esta experiencia de colaboración” (Birou, 1990: 24). Por último, no debería ignorarse, que las actividades políticas crecientes de varios miembros uruguayos del Claeh, y su vinculación al naciente Partido Demócrata Cristiano, habrían limitado la dedicación a la obra de Economía y Humanismo.
El Instituto de Estudios Políticos para América Latina
A la compleja situación que se vivió en el Claeh, se sumó, desde 1958, la renovación de las líneas de trabajo del P. Lebret, concretada en la fundación del IRFED, y acogidas por sus discípulos dominicos. La nueva obra debía convertirse en un instrumento esencial de creación de competencias al servicio de un desarrollo “integral, armónico, auto propulsivo” (Pelletier, 1996: 329-367; Colin, 1998: 32). Su creación estuvo directamente vinculada al contacto de Lebret con África y con América Latina, y con la urgencia de formar profesionales preparados para actuar en países subdesarrollados, poniendo el foco en la investigación, la teoría y los métodos del desarrollo (Angelo, 2013: 150). Por otra parte, se percibe cierta secularización de la nueva obra, tendiente a formar “desarrolladores”, no necesariamente católicos, laicos con mucha frecuencia. Lebret no abandonaba la impronta humanista y cristiana, pero se trataba de enfatizar el enfoque científico de la propuesta y de facilitar la obtención de recursos para la misma. Denis Pelletier sostiene que la nueva etapa representaba el fin de la “utopía comunitaria” y el inicio de una nueva utopía, la del “desarrollo armónico” (1996: 364-367).
Numerosos latinoamericanos siguieron los cursos del IRFED. De acuerdo a los estudios de 1982 de Raymond Delprat, en 1966, a la muerte de Lebret, el Instituto había recibido 841 estudiantes de 67 nacionalidades; la mitad de ellos procedían de países en vías de desarrollo, muchos de América Latina. En porcentajes, 39% de los participantes fueron europeos, en su mayoría franceses; 34% latinoamericanos; 10% africanos sub saharianos; 10% del Magreb y Medio Oriente; 5% del Sudeste asiático y Extremo Oriente; finalmente 2% de América del Norte.27
En función de los antecedentes que se venían desarrollando desde 1958, el tercer proyecto lebretiano surgió en Montevideo, en 1963. Se trata del Instituto de Estudios Políticos para América Latina, el IEPAL, ideado y dirigido por Fr. Paul Ramlot y vinculado claramente a la nueva etapa en la obra de Lebret (Monreal, 2020: 68-79).
En los hechos, por razones que no aparecen en la correspondencia de Ramlot con su provincial de Toulouse, hacia 1962 Ramlot se alejó del Claeh y comenzó a planificar la creación de una nueva obra. Esta sería una iniciativa de claro perfil dominicano, asociada y con el apoyo financiero de la provincia de Toulouse. Desde un principio, Ramlot proyectó un equipo central de coordinación, de entre diez y doce integrantes, que incluía a seis frailes dominicos y seis laicos -”1 o 2 europeos, 1 sociólogo político (argentino), un filósofo (brasileño), 1 técnico en Investigación operacional y 2 historiadores de América Latina”.28
En el primer folleto, de 1963, Ramlot precisaba: “[…] La población de América Latina está en pleno cambio de fase: busca, a nivel de los distintos países, soluciones para su desarrollo integral que alcancen las bases de la organización de la sociedad”. Ante el desafío de encontrar respuestas rápidas y válidas sobre los diferentes aspectos del “desarrollo económico, social, cultural, ético y político”, el aporte del IEPAL debía ser “estimular, a diversos niveles, una reflexión sobre las implicaciones políticas del desarrollo, a nivel de ‘agentes’ y a nivel de ‘instituciones’”.29 Los conceptos de “desarrollo” y de “integración” aparecían como los pilares del proyecto.
Por otra parte, “le foyer de réflexion” pronto adquirió proyecciones en Europa: una sede en Toulouse -puesto que se trataba de una obra de la provincia dominicana; cursos anuales en Madrid; y una subsede en Bruselas, de vida breve.30 De los cursos y las publicaciones del IEPAL surgen muchos nombres e perfiles de interés, a los que nos referiremos más adelante.31
En relación con las actividades académicas tendientes a la elaboración y difusión de un pensamiento político orientado hacia el “desarrollo humano integral y armónico, las propuestas fueron diferentes en Europa -Madrid y Toulouse- y en América Latina, con Montevideo como sede. En Madrid se consolidaron las primeras actividades anuales, organizándose, cada mes de febrero desde 1965, cursos sobre “Problemática y estrategia del desarrollo en América Latina”, dirigidos a estudiantes y graduados latinoamericanos residentes en Europa.32 La propuesta académica de la sede de Toulouse fue bien diferente: se organizaron ciclos de conferencias que se ofrecieron en diferentes ciudades del sudoeste de Francia -Toulouse, Burdeos, Montauban- sobre temas internacionales, no exclusivamente latinoamericanos.33 Los intereses y el público regionales diferían claramente del perfil de los del centro de Madrid.
Finalmente, en América Latina las actividades académicas tomaron formas variadas: un curso internacional anual en Montevideo, con profesores de Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia; cursos y seminarios en Buenos Aires, Salta, Mendoza, Mar del Plata, Paraná, San Luis, Resistencia, La Plata (Argentina); Santiago de Chile; Asunción del Paraguay; La Paz, Oruro y Cochabamba (Bolivia); Lima (Perú); formación de grupos de reflexión en Venezuela, Colombia y Perú34; y la presencia constate de Ramlot en actividades diversas que el IEPAL no dejaba de auspiciar. El Curso internacional anual, que se ofreció desde 1964 en Montevideo, tuvo como punto de partida un “equipo de investigadores” que comenzó a trabajar “modestamente”, bajo la direction del Ramlot, y la definición de una “antropología filosófica”, que sirviera de punto de referencia para los trabajos posteriores.35 En 1965, el curso “Planteo global del desarrollo en América Latina”, incluyó treinta y ocho clases, y contó con profesores de alto perfil académico y estrecho relacionamiento con instituciones académicas y organismos internacionales.36 Otra área de valor se refiere a las publicaciones, que el IEPAL promovió tanto en Europa como en América Latina, y que el alcance de este trabajo no nos permite abordar.
Las tres obras lebretianas estudiadas, que se desarrollaron a lo largo de más de dos décadas, tuvieron rasgos comunes, además de la presencia o la inspiración de Louis-Joseph Lebret y sus propuestas de “desarrollo humano integral”. Tuvieron también características que las distinguen con bastante claridad unas de otras. El elemento común sería la fidelidad de algunas figuras a todas las propuestas estudiadas, en definitiva, una marcada lealtad a la asociación lebretiana de economía humana, desarrollo integral y democracia cristiana. Otro rasgo a destacar es el protagonismo laical, si bien en dos de las obras se detecta la participación significativa de algunos frailes. Otro punto sería su carácter transnacional creciente: inexistente en los EBC, es un elemento esencial, vivido con limitaciones, en el Claeh, y fue un rasgo constitutivo del IEPAL. Todo evidencia la acertadísima visión a largo plazo del P. Lebret y la reconocida vocación prospectiva del P. Ramlot.
Se aprecian también diferencias significativas entre las tres obras. Tal vez el punto más destacable, y muy lógico, sea que las propuestas respondieron a momentos y problemáticas diferentes de la historia de América Latina y de la Iglesia, universal y latinoamericana, y también a etapas diversas de las propuestas de Louis-Joseph Lebret. Por un lado, los EBC y el Claeh, prácticamente con los mismos protagonistas uruguayos, se ajustaron a las ideas y acciones de Economía y Humanismo. Por otro lado, el IEPAL respondió a los nuevos lineamientos del IRFED, con un claro foco en la temática del “desarrollo”. Los militantes cristianos no habían dejado de serlo, pero se habían tornado expertos en diversas áreas relacionadas por el trabajo por el desarrollo en América Latina, y no dejarían de detectar y convocar a figuras con la misma vocación.
Lebret había adoptado el término francés “les développeurs” -”los desarrollistas”- para referirse al cuerpo de estudiantes del IRFED destinados a promover reformas estructurales en los país menos desarrollados. “Además de ser técnico - señala Michelly Ramos de Angelo- el ‘développeur’ estaba investido de un sentido militante y de un llamado vocacional que encaminaba a los jóvenes estudiantes a trabajar en estos países” (2013: 20-30). En definitiva, se trataba de “agentes de desarrollo” llamados a reproducir su perfil a su alrededor, para actuar tanto a nivel de asistencia técnica, como en esferas gubernamentales. El propio Ramlot había asumido esa mística: en 1972, al ser designado prior del convento de Buenos Aires, Ramlot le escribe a Joseph Kopf, provincial de Toulouse, con cierta dosis de humor y de nostalgia: “Ha habido un accidente en mi vida de ‘développeur’”.37
Redes y capital humano
En el intento de describir, comprender e interpretar el nacimiento y la dinámica de crecimiento de estos grupos o instituciones, resulta adecuado apelar al concepto de “redes intelectuales”, propuesto por Eduardo Devés-Valdés, en su obra Redes intelectuales en América Latina. Hacia la constitución de una comunidad intelectual:
Se entiende por tal a un conjunto de personas ocupadas en la producción y difusión del conocimiento, que se comunican en razón de su actividad profesional, a lo largo de los años. En la actualidad, la noción de “intelectual” comprende de manera primordial a quienes ejercen la investigación y la docencia a nivel superior, incluyéndose también en numerosas oportunidades a escritores, políticos, diplomáticos, profesionales liberales y líderes sociales que, por su trabajo, son reconocidos como pares al interior del campo. La determinación de quien es y quien no, es parcialmente histórica, pues, dependiendo del grado de profesionalización del quehacer intelectual, se aceptará con mayor facilidad a ciertas personas para que se integren a dicha red (2007: 30).
Si bien Devés asocia el concepto a movimientos y sociedades culturales que se remontan a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX -la primera red que estudia es la “red arielista”- la definición puede aplicarse a las obras lebretianas: por su vinculación con la producción de conocimiento, así como por la integración en dichas redes de académicos, pero también de “políticos, diplomáticos, profesionales liberales y líderes sociales”. Estas son constantes de las diversas obras estudiadas en las décadas de los 40, de los 50 y de los 60, en contextos diversos. Por otra parte, tal como destaca Pontual, en varias de sus obras, en las redes estudiadas a la dimensión académica se suman la perspectiva religiosa y política, de impacto significativo y constante.
La primera red local
Los Equipos del Bien Común o el Equipo del Bien Común, liderado por -Juan Pablo Terra38 y Carlos Tosar39, incluyó a una veintena de universitarios católicos, que se consagró a la realización de encuestas sociales, inspirados en la obra de Lebret. Con cierto espíritu quijotesco y muy pocos recursos, un grupo de amigos se lanzó a elaborar estudios locales, de manera rigurosa según su experiencia, aplicando las consignas de Economía y Humanismo, e iniciando un trabajo intelectual innovador en Uruguay.
Nombre |
Años de vida |
Formación / Especialidad |
Actividad / Institución |
Juan Pablo Terra |
1924–1991 |
Arquitectura / Sociología |
Prof. Univ. – EBC / Claeh / IEPAL |
Carlos Tosar |
1925–2019 |
Arquitectura / Sacerdocio |
Prof. Univ. – EBC / Claeh |
Dionisio J. Garmendia |
1924–2014 |
Derecho / Sociología |
Prof. Univ. – EBC / Claeh / IEPAL |
Beatriz Tabares |
1926–2013 |
Derecho / Sociología |
– EBC / Claeh / IEPAL |
Alberto Pígola |
1921–2019 |
Ingeniería Industrial / Sociología |
Prof. Univ. – EBC / Claeh |
Carmen Ortiz de Terra |
1927–2015 |
Historia |
Prof. Sec. – EBC |
Sarahy Colman |
1925–2007 |
Servicio Social |
Prof. Univ. – EBC / Claeh |
Blanca Artola de Pígola |
1926–2019 |
Servicio Social |
– EBC / Claeh |
Juan E. Camou Sorhuet |
1920–2004 |
Ingeniería Civil |
Prof. Univ. – EBC / Claeh |
Miguel Ángel García |
1929–¿? |
Ingeniería Industrial |
Acción Sindical – EBC / Claeh |
Hugo Addiego |
1922–1997 |
Arquitectura |
– EBC / Claeh |
Gloria Más de Ayala |
n. 1927 |
Estudios de Arquitectura |
– EBC / Claeh |
Pedro H. Alfonso |
1930–1992 |
Industria Metalúrgica |
Acción Sindical – EBC / Claeh |
Juan José Sarachu |
1933–2018 |
Ciencias Económicas (Contador) |
– EBC / Claeh |
Esperanza Martínez de García |
1930–¿? |
– |
– EBC |
Antonio Álvarez |
Sin datos |
– |
– EBC |
Juan Carlos Souto |
Sin datos |
– |
– EBC |
Gertrudis Mayer |
1925–2016 |
Teología |
Prof. Univ. – EBC |
Maruja Artola Tosar |
1925–2016 |
Servicio Social |
Prof. Univ. – EBC / Claeh |
Gilberto Verdier |
1921–2010 |
Ingeniería |
Prof. Univ. – EBC |
Alberto Puppo |
1924–1988 |
Arquitectura |
Prof. UTU – EBC |
Pierre F. Mathy |
n. 1932 |
Arquitectura |
– EBC / Claeh |
Iris Pimienta |
n. 1929 |
Ciencias Económicas (Contadora) |
– EBC / Claeh |
Dora Paiva |
1937–2021 |
Servicio Social |
– EBC |
EBC:
Equipos del Bien Común (Montevideo, 1947)
Claeh: Centro Latinoamericano de Economía Humana (Montevideo, 1957)
IEPAL: Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales de América Latina
De los 24 integrantes relevados, hemos obtenido datos confiables sobre 21, es decir, un 88%. Todos eran amigos y católicos; en su gran mayoría estaban realizando estudios universitarios y el promedio de edad era de 31 años. Todos tuvieron vínculos con la Universidad de la República o con centros de estudios superiores de gestión privada, católica en particular; algunos actuaban en instituciones sindicales cristianas. Además, todos eran laicos.41
Serían, con el correr de los años, profesionales, profesores universitarios, actores políticos y sindicales. Había un número significativo de arquitectos o estudiantes de arquitectura (6 en 21), que habían iniciado su amistad en la Universidad, y que fueron atraídos por las propuestas de planificación urbana de Lebret. También se destaca el número de trabajadoras sociales y de sociólogos en proceso de formación (8 en 21). Había, además, varias parejas de novios o esposos, y algunos tenían relaciones de parentesco entre ellos.42
Podrían destacarse tres constantes en estos perfiles: el compromiso de fe, la vocación por el trabajo intelectual, y el convencimiento del valor social que sus proyectos debían comportar. Este grupo fue exclusivamente uruguayo, si bien Lebret había seguramente percibido la posible proyección regional, incluso continental, de sus iniciativas.
El proyecto de red continental
La creación del Claeh, a fines de 1957, no significó el fin de los trabajos de los EBC, si bien varios de sus integrantes se integraron al nuevo Centro. Por lo menos hasta julio de 1958, Terra sigue refiriéndose a los trabajos que desarrollan los EBC.43 Sin embargo, en los últimos meses de 1959, la situación parece haber cambiado.
En concreto, no es fácil precisar cuándo dejaron de actuar los EBC, si bien sus objetivos eran bien diferentes de los del Claeh, en un principio muy centrado en la publicación y difusión de los Cuadernos Latinoamericanos de Economía Humana. Como sea, de los 24 integrantes de los EBC, 16 aparecen desarrollando tareas de responsabilidad en el Claeh. Esto significa que se produjeron algunos alejamientos. En teoría, ya no se trataba de una obra uruguaya, sino de una obra regional o latinoamericana, con participación -muy nominal- de brasileños, argentinos, chilenos, paraguayos, peruanos y colombianos. Y si bien los laicos uruguayos tuvieron un rol destacado, los frailes dominicos fueron una presencia nueva y notoria en el Claeh.
La llegada de Malley a Montevideo merece algunas puntualizaciones: resistida en un comienzo, se volvió más que bienvenida en poco tiempo. En agosto de 1959, Terra informaba al Consejo del Claeh que Ramlot le había escrito “que existe la posibilidad de que venga a Montevideo por 18 meses el R. P. Malley para colaborar en la dirección de la revista”. La propuesta no fue del todo bien recibida. Parecía temerse una injerencia creciente de los frailes franceses, puesto que se decidió “escribir al Padre Provincial de Toulouse, al Padre Lebret y al P. Ramlot apoyando la idea de la venida del Padre Malley pero puntualizando que él “no sería aquí el ‘director’ de los Cuadernos sino unos de los tres directores de los mismos y que su tarea más importante sería conseguir artículos de la revista en los demás países del continente y en la financiación”“.44 Malley llegó a Montevideo el 12 de octubre; al día siguiente, se reunió por primera vez con el Consejo del Claeh y una semana más tarde, Terra y Tabares parecían muy reconfortados con la nueva y experta incorporación. Malley debió actuar con cautela, pero poniendo en evidencia su amplia experiencia en las publicaciones del movimiento.45
Nombre y Cargo |
País |
Años de Vida |
Formación / Especialidad |
Institución |
Juan Pablo Terra, presidente |
Uy |
1924–1991 |
Arquitectura / Sociología |
EBC / Claeh / IEPAL |
Carlos H. Salgado, vicepresidente |
Ar |
sin datos |
Ediciones |
Claeh |
Beatriz Tabares de Garmendia, sria |
Uy |
1926–2013 |
Derecho / Sociología |
EBC / Claeh / IEPAL |
Paul Ramlot, OP, srio de RRII |
Bel/Uy |
1925–2004 |
Filosofía / Economía |
Claeh / IEPAL |
Benevenuto de Santa Cruz, OP, vocal |
Br |
1918–1997 |
Teología / Ediciones |
SAGMACS / Claeh |
Juan Enrique Camou, vocal |
Uy |
1920–2004 |
Ingeniería Civil / Prof. Univ. |
EBC / Claeh |
Nombre y Cargo |
País |
Años de Vida |
Formación / Especialidad |
Institución |
Juan Pablo Terra, presidente |
Uy |
1924–1991 |
Arq / Sociología / Política |
EBC / Claeh / IEPAL |
Antônio Bezerra Baltar, vicepte |
Br |
1915–2003 |
Ingeniería / Urbanismo / Política |
SAGMACS / Claeh |
Beatriz Tabares de Garmendia, sria |
Uy |
1926–2013 |
Derecho / Sociología |
EBC / Claeh / IEPAL |
Paul Ramlot, OP, srio de RRII |
Be/Uy |
1925–2004 |
Filosofía / Economía |
Claeh / IEPAL |
Benevenuto de Santa Cruz, OP, vocal |
Br |
1918–1997 |
Teología / Ediciones |
SAGMACS / Claeh |
Pierre F. Mathy, vocal |
Be/Uy |
n. 1932 |
Arquitectura / Sociología |
EBC / Claeh |
Luis O. Roggi, vocal |
Ar |
n. 1937 |
Educación / Sociología Rural |
Claeh |
Iris Pimienta, vocal |
Uy |
n. 1929 |
Cs. Económicas (Contadora) |
EBC / Claeh |
Oscar Domínguez, Pbro |
Ch |
1928–2022 |
Sociología Rural |
Claeh |
Manuel Mª Gómez Fleytas |
Py |
?–2008 |
sin datos |
Claeh |
Dora Beuzeville |
Pe |
n. 1925 |
sin datos |
Claeh |
Nombre |
País |
Años de Vida |
Formación / Especialidad |
Institución |
Fr. Romeu Dale OP |
Br |
1911–2007 |
Teología / EH |
SAGMACS / Claeh |
Fr. François Malley OP |
Fr |
1914–1993 |
Sociología / EH |
EH / IRFED |
Fr. Alain Birou OP |
Fr |
1916–1998 |
Sociología / EH |
EH / IRFED |
Fr. Léon-Joseph Moreau OP |
Fr/Col |
1906–1962 |
Teología / EH |
— |
Carlos Tosar |
Uy |
1925–2019 |
Arquitectura / Sacerdocio |
EBC / Claeh |
José Ferraro |
Uy |
sin datos |
Cs. Económicas (Contador) |
Claeh |
Juan L. Campiotti |
Uy |
n. 1930 |
Arquitectura / Sociología |
Claeh |
Juan José Sarachu |
Uy |
1933–2018 |
Cs. Económicas (Contador) |
Claeh |
José Arthur Rios |
Br |
1921–2017 |
Sociología |
SAGMACS / Claeh |
Jacques Chonchol |
Ch |
n. 1926 |
Agronomía / Política |
Claeh |
Francisco Pinto |
Ch |
1915–2014 |
Derecho / Diplomacia |
Claeh |
Héctor Morales Velandia |
Col |
sin datos |
Arquitectura / Urbanismo / Experto en temas agrícolas |
SAGMAESCO / Claeh |
Esteban Nagy |
Hun/Col |
1926–1993 |
Economía / Experto en temas agrícolas |
SAGMAESCO / Claeh |
Fernando Stiglich |
Pe |
1922–2003 |
Derecho |
Claeh |
Augusto Dammert |
Pe |
1918–2005 |
Diplomacia |
Claeh |
Alfredo Anzola Montauban |
Ve |
1917–1986 |
Ingeniería / Industria |
IDES / Claeh |
SAGMACS:
Sociedad para el Análisis Gráfico y Mecanográfico Aplicado a los
Complejos Sociales (São Paulo, 1948)
EBC: Equipos del Bien Común (Montevideo, 1947)
SAGMAESCO: Sociedad para la Aplicación Generalizada de los Métodos de Análisis Económicos y Sociales para Colombia (Bogotá, 1956)
Claeh: Centro Latinoamericano de Economía Humana (Montevideo, 1957)
IDES: Instituto para el Desarrollo Económico y Social (Caracas, 1964)
En este cuadro, hemos listado treinta y tres nombres, que corresponden a veintinueve personas, pues se repiten cuatro nombres. Figuran los integrantes de las dos primeras comisiones directivas y otras personas, que Virginia Pontual cita como activas y en contacto, durante los primeros años del Claeh (2012a: 19). Del análisis de estos datos surge información esclarecedora sobre las características de la institución.
En cuanto a la representación por países, la red incluía grupos, más o menos fuertes en Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Paraguay y Venezuela. Los uruguayos eran ocho -seis provenían de los EBC- y representaban el 23% del total. La fuerte presencia uruguaya se explicaría por la fundación del Claeh con sede en Montevideo y por la trayectoria de los EBP, solo superada, en un año, por la SAGMACS (São Paulo, 1948). En el cuadro, figuran cuatro brasileños: dos laicos y dos frailes, todos miembros de la SAGMACS, un 14% del total. Si se agregan los tres argentinos y los tres chilenos, los integrantes del Cono Sur representaron el 58%, aun cuando Economía y Humanismo no echó raíces fuertes ni en Chile ni en Argentina. También tuvieron participación tres peruanos, dos colombianos -relacionados con la SAGMAESCO, la Sociedad para la Aplicación Generalizada de los Métodos de Análisis Económicos y Sociales para Colombia, fundada en Bogotá, en 1956, como resultado de la Misión Lebret-, un paraguayo y un venezolano, que sería fundador del Instituto para el Desarrollo Económico y Social, el IDES, en 1964. Por último, seis integrantes del núcleo más comprometido eran frailes franceses o formados en Francia: Paul Ramlot, Romeu Dale, Benevenuto de Santa Cruz, Léon-Joseph Moreau, François Malley y Alain Birou, 14% del total.
Agreguemos que veintiún de los integrantes de la lista eran laicos, el 76%; siete eran sacerdotes, el 24% -6 dominicos y 1 chileno del clero secular. El 86% de los clérigos eran dominicos, europeos en su mayoría, formados en Economía y Humanismo, algunos de ellos del primer círculo de Lebret.
Otro punto importante se refiere a la edad. Si bien nos falta información sobre cuatro personas, tendemos a pensar que se mantiene la tendencia que presentamos. Seis miembros tenían 40 años o muy poco más: son los dominicos, los más formados y experimentados. Un grupo de tres miembros había nacido entre 1917 y 1922, y tenía alrededor de 35 años, y un grupo de ocho estaba en sus 30 años: estos dos grupos integraron el núcleo más fuerte, si bien no nos arriesgamos a afirmar que fuera el más dinámico: 44% del total. Hay un sector de cinco menores de 30 años, dos de ellos uruguayos, estudiantes de Arquitectura, con tempranas vinculaciones con los EBC.
El último dato nos conduce a las áreas de estudios y de actividad de los listados, ciertamente variadas, con un cierto énfasis en Sociología o Servicio Social (8 = 30 %), Arquitectura e Ingeniería (7 = 26 %) y el núcleo de Economía Humana (4 = 15 %). Debemos precisar que hemos incluido más de una opción por persona, si era necesario, porque tanto en Brasil como en Uruguay, se dio una situación particular: los primeros en sentirse atraídos por las propuestas de Lebret fueron arquitectos, estudiantes de arquitectura, e ingenieros, seducidos por las propuestas de planificación urbana de Lebret, asociadas a los problemas sociales de sus respectivos países. Había también teólogos, economistas y especialistas en temas rurales -los dos colombianos y un chileno, abogados, diplomáticos, pero en todos los casos se trataba de personas muy interesadas en la problemática social de sus países y del continente.
Algunos perfiles resultan de un particular interés: es el caso del Ec. Esteban Nagy, cofundador, con Héctor Morales Velandia, de la SAGMAESCO. Nacido en Nagylózs, Hungría, en 1926, creció y estudió en su tierra natal hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Huyendo del avance comunista, viajó a Francia con grandes dificultades. A partir de 1949, estudió Economía en las universidades de Lovaina, Bélgica, y de Gotinga, Alemania, especializándose en Economía agrícola. De nuevo en Francia, se vinculó al padre Lebret y a Economía y Humanismo, participando de misiones en África Central, en 1953 y 1954. Con Lebret llegó a América Latina, a Colombia concretamente, para participar de la Misión que se inició en 1956. Es el único perfil que hemos encontrado, previamente vinculado a Lebret en Europa y que se afincó en el nuevo continente.47
Por último, hemos detectado que un 26 % de los integrantes de este grupo eran profesores universitarios -en Uruguay, Brasil y Chile. En el grupo de veintiocho, solo había tres mujeres, un 11 %; lo que no representaba un tema delicado en la época. Podría llamar la atención que varias esposas o novias presentes en los EBC, no figuraron como participantes activas del Claeh. Sorprende menos cuando se conoce las fechas de casamiento de Terra, Pígola o Addiego, y se puede inferir los cambios que eso implicaría, sobre todo para mujeres que no dejaron sus tareas profesionales.
En resumen, tanto el nacimiento como el fin de la primera etapa de actividad del Claeh, resultaron procesos complejos. Los decididos planes y el entusiasmo de Lebret tropezaron con los recursos escasos, la impotencia y la impaciencia de los uruguayos -que vivieron un inesperado golpe de timón, y la inercia del resto, por sobreactividad, por localismo o por razones políticas. En 1990, con la perspectiva ganada luego de más de tres décadas, Birou señalaba: “Una nueva visita del padre Lebret, en 1958 (sic), fue el punto de partida para la fundación del Claeh. El padre Lebret, viendo este éxito uruguayo, quiso apoyarse en este grupo para dar una dimensión latinoamericana a su objetivo de economía humana. Pero el centro no pudo dotarse de la estructura, los hombres ni los medios financieros para su implementación continental, a pesar de algunos vínculos, especialmente con Brasil” (Birou, 1990: 24).
Una red para el desarrollo
La muerte de Lebret, en 1966, podría haber sido el golpe de gracia para apresurar el fin de la primera etapa de la historia del Claeh (Terra, 1980: 6). No se descarta que la fundación del IRFED, en 1958, y la nueva dimensión de la actividad de Lebret como “experto internacional” lo hayan distanciado de América Latina. Quizás porque sentía las debilidades del Claeh, en 1963 Paul Ramlot ya había estructurado y tenía en vías de aprobación el proyecto del IEPAL: una propuesta nueva, una modalidad de acción inédita en la región, en la línea de la propuesta desarrollista del IRFED, y con financiación asegurada por la provincia de Toulouse. Eso implicó cortes importantes con las orientaciones previas, y en Uruguay muy pocos lebretianos de los EBC del 49 y del Claeh del 57 se plegaron a estos cambios. En algún caso, temerían perder libertad de acción. En la nueva obra, por un lado, se dio una presencia muy influyente de Ramlot, quien definió las líneas de acción y también las vías de financiamiento del nuevo Instituto.
Hemos elaborado un listado de treinta y cinco “socios fundadores” del IEPAL, todos uruguayos y ninguno vinculado a las obras previas, a excepción de Beatriz Tabares. En relación con los miembros uruguayos, puede detectarse otro elemento novedoso: los integrantes de los EBC y el Claeh habían estado, en su mayoría, asociados al naciente Partido Demócrata Cristiano. En contraste, en la fundación del IEPAL, Ramlot reunió académicos y especialistas provenientes de muy diversas orientaciones políticas: de los partidos fundacionales -blancos y colorados, cívicos, es decir miembros del partido católico tradicional, y demócrata-cristianos.
Por otra parte, por el tipo de actividades que desarrollaría el IEPAL -formación de empresarios, dirigentes sindicales, funcionarios públicos en economía, política, filosofía y desarrollo humano- se conformó un cuerpo de expertos, de varias nacionalidades y provenientes de diferentes áreas, que superaron la cincuentena. Eran uruguayos, argentinos y franceses en su mayoría, con aportes de técnicos de Brasil, Paraguay, Bolivia, Canadá y España. Muchos de los uruguayos estaban vinculados a la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico, la CIDE, organismo interministerial que funcionó en Uruguay entre 1960 y 1967.48 Por otra parte, varios de los colaboradores del IEPAL desarrollaron, años más tarde, carreras destacadas en las Naciones Unidas, la CEPAL o el BID. Algunos tenían Diplomas del Institut des Hautes Études Internationales de Paris o habían seguido los cursos de Desarrollo del IRFED.
El concepto de “capital humano” se hace más palpable en el IEPAL, si bien tiene raíces en las fundaciones anteriores. De las redes iniciadas en São Paulo y Montevideo, con los agregados posteriores, surgió esa riqueza que dio vida al lebretismo latinoamericano, pero que lo superó ampliamente por las vinculaciones y las proyecciones de sus protagonistas en organizaciones latinoamericanas e internacionales. No nos limitamos a una definición “técnica” de “capital humano”, en tanto recursos humanos de una organización. Se trataría preferentemente del valor que implica la agrupación de personas de talentos, conocimientos y habilidades diversos, pero complementarios, y que actúan con objetivos básicos comunes.
Habían pasado los años, muchos de los jóvenes cercanos a Lebret, a fines de los 40, habían concluido sus estudios universitarios y habían comenzado a destacarse en sus profesiones. Cumplida esa etapa, lo que los aglutinaba era la preocupación por el tema del “desarrollo”, en una perspectiva profunda que incluía concepciones antropológicas y cosmológicas y éticas, estudios económicos y políticos, y el hecho de contemplar a muy diversos actores de la vida latinoamericana. Para dar un ejemplo de valor: el IEPAL comenzó a realizar publicaciones en 1964, en Madrid y Barcelona, por acuerdos con editoriales dominicanas. En Uruguay las primeras publicaciones son de 1967: una de ellas fue una pequeña obra de Alberto Methol Ferré titulada La dialéctica hombre-naturaleza: formulación de un modelo.
Nombre |
País |
Cargo |
Años de Vida |
Formación / Especialidad |
Ramlot OP, Paul |
Be/Fr |
Presidente |
1925–2004 |
Filosofía / Economía |
Prat, Julio A. |
Uy |
1er Vicepte |
1922–1995 |
Derecho Administrativo |
Hillion, André50 |
Fr |
2º Vicepte |
1905–? |
Derecho / Economía |
Dieste, Eladio |
Uy |
Vocal |
1917–2000 |
Ingeniería |
Methol Ferré, Alberto |
Uy |
Vocal |
1929–2009 |
Filosofía / Historia / Teología |
Perroni, Walter |
Uy |
Tesorero |
1929–2001 |
Cs. Económicas (Contador) |
Borthayre, Ivy [Sivita] de |
Fr |
Secretaria |
n. 1935 |
— |
Gil, Felipe |
Uy |
Suplente |
1911–1984 |
Derecho / Política |
Supervielle, Bernardo |
Uy |
Suplente |
1910–1984 |
Derecho / Empresas |
Tabares de Garmendia, Beatriz |
Uy |
Suplente |
1926–2013 |
Derecho / Sociología |
Bayce, Julio |
Uy |
Suplente |
1915–1994 |
Empresas / Literatura |
Soliño de Camou, Elena |
Uy |
Suplente |
1925–2020 |
— |
Ferraro, José |
Uy |
Suplente |
sin datos |
Cs. Económicas (Contador) |
Jouffroy d’Abbans, Marie-France |
Fr |
Suplente |
sin datos |
— |
Nombre |
País |
Años de Vida |
Formación / Especialidad |
Observaciones |
Abadie Aicardi, Raúl |
Uy |
1928–1998 |
Historia |
Socio fundador |
Barthélemy, Louis |
Fr |
sin datos |
Empresas |
Socio fundador |
Bayce, Julio |
Uy |
1915–1994 |
Empresas / Literatura |
Socio fundador |
Bertaux, Jacques |
Fr |
sin datos |
— |
Socio fundador |
Borthayre, Ivy S. de |
Fr |
n. 1935 |
Esposa de empresario |
Socia fundadora |
Bucheli, Mario |
Uy |
1926–2015 |
Finanzas / Prof. Univ. |
Socio fundador |
Caticha Ellis, Walter |
Uy |
1923–2010 |
Ingeniería Industrial |
Socio fundador |
De Cáceres, Esther |
Uy |
1903–1971 |
Medicina / Literatura / Prof. Univ. |
Socia fundadora |
Dieste, Eladio |
Uy |
1917–2000 |
Ingeniería Civil / Prof. Univ. |
Socio fundador |
Ferrari Rodríguez, Lorenzo |
Uy |
sin datos |
— |
Socio fundador |
Ferraro, José |
Uy |
sin datos |
Cs. Económicas (Contador) |
Socio fundador |
García Collazo, Alberto |
Uy |
sin datos |
— |
Socio fundador |
García Lagos de Bayce, Beatriz |
Uy |
1918–2016 |
Literatura / Teología |
Socia fundadora |
Giavi, Hugo Raúl |
Uy |
1912–? |
Ingeniería / Nuevas energías |
Socio fundador |
Gibert, Pierre |
Fr/Uy |
1925–2012 |
Medicina / Historia |
Socio fundador |
Gil, Felipe |
Uy |
1911–1984 |
Derecho / Política |
Socio fundador |
Hillion, André |
Fr |
1905–? |
Derecho / Economía |
Socio fundador asesor |
Iglesias, Enrique |
Uy |
n. 1930 |
Cs. Económicas (Contador) / Prof. Univ. |
Socio fundador |
Isasa Castro, J. Pedro |
Uy |
n. 1944 |
Derecho |
Socio fundador |
Jouffroy d’Abbans, Marie-France de |
Fr |
sin datos |
— |
Socia fundadora |
Laurnaga, Beatriz [Sellera de] |
Uy |
1925–2018 |
Esposa de empresario |
Socia fundadora |
Massa, Héctor |
Uy |
1927–1999 |
Prof. Filosofía |
Socio fundador |
Mathy, Pierre-François |
Be/Uy |
n. 1932 |
Arquitectura / Sociología |
Socio fundador |
Methol Ferré, Alberto |
Uy |
1929–2009 |
Filosofía / Historia / Teología |
Socio fundador |
Paladino, Julio |
Uy |
1909–1977 |
Prof. Filosofía |
Socio fundador |
Pérez del Castillo, Daniel |
Uy |
1914–1975 |
Notariado / Empresas |
Socio fundador |
Perroni, Walter |
Uy |
1929–2001 |
Cs. Económicas (Contador) |
Socio fundador |
Prat, Julio A. |
Uy |
1922–1995 |
Derecho Administrativo / Prof. Univ. |
Socio fundador |
Ramlot, Michel J.-Paul |
Be/Uy |
1925–2004 |
Filosofía / Economía |
Director fundador |
Reta, Adela |
Uy |
1921–2001 |
Derecho Penal / Prof. Univ. |
Socia fundadora |
Saibene, Heriberto |
Uy |
sin datos |
Cs. Económicas (Contador) |
Socio fundador |
Soliño de Camou, Elena |
Uy |
1925–2020 |
Esposa de Juan E. Camou |
Socia fundadora |
Supervielle, Bernardo |
Uy |
1910–1984 |
Derecho / Empresas |
Socio fundador |
Tabares de Garmendia, Beatriz |
Uy |
1926–2013 |
Derecho / Sociología |
Socia fundadora |
Zani, Giselda |
It/Ur |
1909–1975 |
Periodismo / Literatura |
Socia fundadora |
Si revisamos los perfiles de los “socios fundadores” del IEPAL, llama la atención la edad de estos “fundadores”, quizás un tanto nominales.51 De un grupo de veintisiete personas, casi la mitad tenía alrededor de 40 años, pero el grupo más numeroso, un 70%, tenía entre 35 y 40 años, lo que significaba ser “muy joven” en Uruguay. Había además tres socios en la treintena. Quizás solo figuras jóvenes asumieron con entusiasmo lo novedoso de la propuesta; tal vez Ramlot quería “socios moldeables”, en el mejor sentido.
En cuanto a las áreas de formación52, un 25 %, ocho socios eran doctores en Derecho, y profesores en la Universidad de la República, la única en el país. Un porcentaje semejante provenía del campo de la Economía y las Finanzas, con postgrados en el exterior, en algunos casos. Además, integraban el grupo dos teólogos, tres historiadores, cuatro filósofos, y tres figuras del mundo de las Letras. Una de ellas es de particular relieve: Esther de Cáceres, anarquista en su juventud, católica conversa, médica, destacada poeta y traductora -amistad mediante- de Le paysan de la Garonne, de Jacques Maritain, al español.
Por último, el predominio laical era absoluto -el 97 % de los socios-, puesto que el único sacerdote era Ramlot. También estaban mejor representadas las mujeres; eran nueve en un grupo de treinta y cinco. Algunas de destacado perfil profesional y de carácter. Es el caso de Beatriz Tabares, la única persona que tuvo roles protagónicos en los EBC, el Claeh y que siguió a Ramlot en su nueva propuesta, cuando Dionisio Garmendia, su marido no lo hizo.53 Otra figura a destacar es Adela Reta, no declaradamente católica, muy prestigiosa abogada penalista, dedicada a la problemática de la infancia, ministra de Educación y Cultura en el gobierno democrático de 1985. Corresponde señalar también la presencia de Esther de Cáceres y de Giselda Zani, de sólida formación y ambas conversas.
Los datos varían cuando focalizamos nuestra atención en los “expertos”, que colaboraron con el IEPAL, entre 1965 y 1967 concretamente. Por un lado, para este período pudimos obtener información abundante y confiable. Por otra parte, las primeras actividades, en 1964, se desarrollaron en Europa, en Madrid y en Toulouse. Todo este material resulta también muy rico pero inabordable para este estudio. Llamamos “expertos” a las figuras, con formación especializada, convocadas por Ramlot y su equipo para ofrecer cursos y para participar de publicaciones editadas en Montevideo.
Parece bastante lógico, hasta por cuestiones financieras, que la mayoría de estos fueran uruguayos, trece sobre un total de treinta y dos, el 40 % del total. Debe reconocerse que la Universidad de la República, de Montevideo, tenía entonces un nivel muy apreciable en América Latina, y Uruguay venía de transitar un significativo período de prosperidad, y de desarrollo cultural. Siguen en número los profesores argentinos: ocho en treinta y dos, un 25%. La cercanía es una buena explicación y el buen desarrollo académico en determinadas áreas -Economía, Sociología, Filosofía- también. El tercer país es Francia, sobre todo en el área de las publicaciones, dado que el padre Ramlot logró contribuciones de intelectuales de destaque, como François Perroux y Georges-Henri Tailleur -alto funcionario francés, integrante del Bureau pour le Développement Agricole /BDPA, que se encontraba en Montevideo, en misión de cooperación técnica, en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la OPP. Hay otros nombres también muy destacados: el jesuita Philippe Laurent y el dominico Laurent Turin, por ejemplo.
En cuanto a las edades54, hubo un grupo pequeño pero muy valioso de especialistas que tenían entre 60 y 70 años; es el caso de Perroux. Sin embargo, el 57 % de los expertos tenían entre 30 y 40 años. En cuanto a la formación, la mitad había realizado estudios en Economía y Finanzas, un 40% en Sociología, casi un 30% en Derecho y otro 30% en Filosofía, con acento en Ética. Era menor el peso de la Historia y la Arquitectura, tan importante en etapas anteriores. Novedades a destacar: aparecen expertos en Desarrollo, Planificación, Demografía y Bioética, que representaron un significativo 36 %. Eran cuatro los diplomados en Desarrollo en el IRFED, por el momento ningún uruguayo.55 Sí era uruguayo Mario Bucheli, que había estudiado con François Perroux en el Institut de Science Economique Appliquée. Por otra parte, el nivel académico de los reclutados por Ramlot quedaba asegurado, cuando comprobamos que casi la mitad, el 49%- eran profesores universitarios en Uruguay, Argentina, Paraguay, España y Canadá; y un 30% desempeñaba o desempeñaría, en años a venir, cargos destacados en organismos internacionales, algunos netamente latinoamericanos: ONU, FAO, UNESCO, CEPAL, BID, ALALC e INTAL.
Un último punto a destacar. En primer lugar, no hubo ninguna mujer en el cuerpo de expertos; no dan cursos ni publican. Se dio, por lo tanto, un absoluto protagonismo del laicado masculino, el 86% de los profesores o escritores. Entre los cinco sacerdotes, se contaban tres dominicos, un belga, un francés y un español; un jesuita francés y un sacerdote del clero secular de Paraguay. Se trataba del entonces Pbro. Ángel Acha Duarte, licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, que continuó sus estudios en el Instituto Católico de París y en el IRFED, incluyendo una pasantía en Senegal. Profesor en la Universidad Nacional de Asunción y en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, fundó la licenciatura en Sociología en la última, y en 1976 fue ordenado primer obispo de la diócesis de Carapeguá.
Conclusiones
En Uruguay, más precisamente en Montevideo, a lo largo de dos décadas, entre 1949 y 1969, tres obras reflejaron el proceso de llegada y las influencias de las ideas y proyectos de Fr. L ouis-Joseph Lebret. Los EBC, el Claeh y el IEPAL tuvieron aspectos exitosos, contribuyeron a la formación de grupos, redes y valiosos recursos humanos. En tal sentido, todos los grupos sudamericanos participaron en un proceso de reproducción y fortalecimiento del capital humano que beneficiaría a varios países y regiones.
Para concluir, deseamos detenernos en algunos aspectos, para despejar el horizonte de estudios futuros. En primer lugar, es importante rescatar el innegable impacto del P. Lebret, sus ideas, sus proyectos y sus discípulos entre los intelectuales católicos, y no solo católicos de América Latina. En la década de 1970, ya instalado en México, Georges -Alex- Morelli OP, quien había vivido en Montevideo entre 1959 y 1965, puntualizaba: “En aquella época, el padre Lebret tuvo también una gran influencia. Viajó con frecuencia por todo el continente donde diseminó equipos de Economía y Humanismo”.56 En la misma línea, en 1984, Georges Célestin, hombre del movimiento, señalaba: “Así pude constatar cuán grande era el prestigio de Lebret -mayor que en Europa- en estos diferentes países” (Célestin, 1984: 20).
En el contexto de una expansión exitosa y de una recepción ávida de las propuestas lebretianas, el caso de Uruguay debe ser considerado una experiencia exitosa. Ante las numerosas iniciativas reales pero frustradas en América Latina, Uruguay fue casi una excepción: así lo reconocieron Birou y Célestin, en sus balances personales. En 1967, en Santiago de Chile, Alain Birou, reivindicaba el caso uruguayo. Si bien manifestaba que Uruguay estaba lejos de superar sus problemas económicos, se enfocaba en el Claeh y afirmaba: “Un grupo continúa con sus estudios. Es el único equipo latinoamericano que realmente ha dado resultados muy válidos, llegando a intervenciones a nivel nacional”.57 Por otra parte, debe señalarse que, luego del golpe de Estado del 27 junio de 1973, el Claeh vivió un proceso de renacimiento, como centro de investigación y de estudios en el área de las ciencias sociales, y como un espacio de libertad académica, con apoyos internacionales significativos. Juan Pablo Terra, proscripto de la actividad política partidaria, retomó su rol en la institución, promoviendo la consolidación de una nueva generación de estudiosos del desarrollo y de la democracia.58
Retornando a las iniciativas y redes de mediados del siglo XX, y a las dificultades que enfrentaron, debe tenerse muy en cuenta la proyección internacional que fue adquiriendo la figura de Lebret, como economista, como investigador y como experto tanto en la escena internacional como en el seno de la Iglesia Católica.59 Era por tanto esperable que la atención y la energía que se habían puesto en América Latina pasaran a un segundo plano.
Las nuevas circunstancias y sus consecuencias no impiden reconocer las fortalezas de la “mouvance Lebret” en América Latina. Primeramente, nunca se destacará lo suficiente el talante de Lebret, que marcó cada uno de sus proyectos y que seguramente sedujo a cada uno de sus discípulos. Además, Lebret nunca propuso, ni en América Latina ni en Uruguay, “asistencia” sino “cooperación”, promoviendo el trabajo conjunto de los agentes de desarrollo locales y los expertos internacionales.
No obstante, el “impulso lebretiano” tuvo también sus flancos débiles. En concreto, la difusión de la pedagogía del desarrollo de Lebret se convirtió, a comienzos de la década de los 60, en signo de contradicción. A fines de los años 40, Lebret había tenido que enfrentar la oposición de un cierto sector de los obispos latinoamericanos, que temían los potenciales excesos del cura francés, un posible “cura rojo” (Célestin, 1984: 32). Una década más tarde y durante los años 60, la Revolución cubana y sus consecuencias -luchas sociales, movimientos populares e insurrecciones- favorecieron la aproximación de cristianismo y marxismo. El “anti-desarrollismo” se abrió camino, asociado a la vía de “la liberación” (Célestin, 1984: 32-33; Löwy, 1989: 5-21 y 1999: 47-70).
Este giro, casi vertiginoso, afectó muchos lazos y proyectos, incluso al interior de las comunidades dominicanas. En definitiva, en América Latina, el “cristianismo liberacionista” -que debe distinguirse de la Teología de la Liberación- se transformó en elemento de obstrucción y en traba para la expansión de las propuestas desarrollistas, que Lebret había inspirado.
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(18/3/2024)
1 Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Lebret trasladó Economía y Humanismo (EH) a La Tourette, a 25 km. de Lyon. Integraban la obra otros cinco dominicos de la provincia de Lyon: Fabien Moos (1901-1977), Noël Bouille (1904-1965), François Malley (1914-1993), Henri Desroches (1914-1994/dominico hasta 1950) y Thomas Suavet (1908-1975).
2 En 1949 Fr. Henri Desroches publicó la obra Signification du marxisme, coincidiendo con el edicto de Pío XII, que prohibía a los católicos el trabajo conjunto con marxistas. Esto provocó desavenencias dentro de la Orden de Predicadores y con varios obispos. En 1950 Desroches, estrecho colaborador de Lebret, dejó la Orden y el sacerdocio.
3 Las traducciones del francés y del portugués son de la autora.
4 Romeu Dale OP (Rio de Janeiro, 1911-Belo Horizonte, 2007) Realizó estudios en Cachoeira do Campo, Minas Gerais y en la Universidad de Rio de Janeiro. Ya dominico, hizo el noviciado y la profesión religiosa en Saint-Maximin (Francia), estudió teología en el Institut Catholique de Toulouse y defendió su doctorado en el Angelicum, Roma. Ordenado en 1939, regresó a Brasil en 1942. Residió en el convento San Alberto Magno (São Paulo); luego fue destinado al convento de Leme (Rio de Janeiro) para trabajar en EH y en la Acción Católica. Interesado en el ecumenismo y en los medios de comunicación social, contribuyó a la creación de la librería SAL/Sociedade Amigos do Livro y colaboró con la Editorial Vozes. Subsecretario de la CNBB/Confêrencia Nacional dos Bispos do Brasil, fue cercano a Mons. Hélder Câmara y a Mons. Aloísio Lorscheider. Fue perito en el Concilio Vaticano II como asesor de los obispos brasileños, y, a comienzos de los 70, provincial de Brasil. Fundó el Centro de Documentação e Pesquisas Vergueiro (CPV), en São Paulo, y el Centro Pastoral Cristo Operário, en Belo Horizonte (Zamagna, 2008).
5 Fr. Romeu Dale era entonces profesor en la ELSP.
6 Diario de Lebret, Montevideo, 30 de junio de 1947, f. 56. Archives du R. P. Lebret, 45AS, 20000035/1. Archives nationales de France - Site Pierrefitte-sur-Seine (ANPS).
7 La Economía Humana. Traducción al español de la versión taquigráfica en francés del curso dictado en la Escuela Libre de Ciencias Sociales y Política de San Pablo (Brasil) por el R.P. Lebret, dominico, director de Economía y Humanismo. Precedido por la Carta a los cristianos de buena voluntad, Bruselas, abril 1947 (Montevideo, sin fecha, 435 pág. mecanografiadas y numeradas por capítulos). Agradezco al Ing. Alberto Pígola y a su esposa Blanca Artola (In memoriam) haberme entregado uno de los ejemplares de esta edición.
8 Los primeros estudios fueron: 1. Relevamiento de pueblo Rodríguez, departamento de San José (d. 1949); 2. Relevamiento del barrio de La Teja; 3. Relevamiento de Villa Sara, departamento de Treinta y Tres y Colonia Jefferies (1952); 4. Censo de la ciudad de Artigas y varias estancias o haciendas del Norte (1953); 5. Relevamiento de la parroquia de Nuevo París; 6. Estudio de la población de la ciudad de Montevideo (1955); 7. Estudios sobre la economía, situación y vida social del Uruguay rural; 8. Estudio por muestra de viviendas. (Pontual, 2012a: 11; García Mourelle, 2022).
9 Carpetas Session internationale à La Tourette 1948 (31 mai-9 juin 1948) y Session internationale à La Tourette 1950 (2-11 septembre 1950). Liste des participants. Archives du R. P. Lebret, 45AS, 19860461/47. ANPS.
10 Benevenuto de Santa Cruz OP [José Petronilo de Santa Cruz] (São Luís do Quitunde, Alagoas, 1918- São Pablo, 1997) Estudió con los Hermanos Maristas y en la Facultad de Derecho de Recife. Ingresó a la Orden de Predicadores, y realizó noviciado y estudios en el convento de Saint-Maximin, de la Provincia de Toulouse (1938-1941). En 1942 regresó a São Paulo, al convento San Alberto Magno. Se vinculó tempranamente a EH; en julio de 1947, fue uno de los fundadores y directores de la Sociedade de Análise Gráfica e Mecanográfica Aplicada aos Complexos Sociais (SAGMACS), grupo lebretiano de São Paulo. En el área editorial, creó el Centro de Difusão de Revistas Dominicanas y participó en la organización de la editorial Sociedade Amigos do Livro- Edições/SAL. En 1954, fundó la Livraria Duas Cidades, con modesto apoyo de la Orden, consagrada a publicar y vender obras dirigidas a lectores católicos progresistas. En 1972 Fray Benevenuto dejó la Orden y el sacerdocio, e inició complejas negociaciones para adquirir las acciones de la librería a los dominicos (Quinta, 2021).
11 Además del padre Lebret, viajaron a São Paulo el presidente de Economía y Humanismo Alexandre Dubois, uno de sus fundadores Jean Marius Gatheron, Alfred Sauvy, Georges Célestin y el geógrafo francés Pierre Monbeig, el italiano Giorgio Sebregondi, y el norteamericano Robert Faulhaber.
12 Testimonio del Prof. Celso Lamparelli (2012), en Pontual, 2012a: 13.
13 Paul Ramlot OP [Michel Jean-Paul Ramlot] (Bruselas, 1925-Niza, 2004) Para más información sobre la vida de Fr. Paul Ramlot, ver Monreal, 2020: 63-64.
14 Pontual sostiene que Paul Ramlot apoyó la formación del primer grupo de trabajo en Montevideo a fines de los años 40, lo que no es correcto. En 1947 Ramlot ingresó a la Orden de Predicadores y estaba iniciando su formación dominicana en Francia; recién en 1954 se instaló en Uruguay (2012a: 9).
15 Carta de Paul Ramlot OP (Ramlot) a Louis-Joseph Lebret OP (Lebret), agosto de 1957, cit. en Pontual, 2016: 79.
16 Diario de Lebret, Montevideo, 9 de setiembre de 1957, f. 12. Archives du R. P. Lebret, 45AS, 20000035/3. ANPS.
17 Actas del Consejo directivo del Claeh, Montevideo (Actas Claeh), Acta del 7 de diciembre de 1957, f. 1. Papeles del Arq. Juan Pablo Terra. Instituto Humanista Cristiano “Juan Pablo Terra”. (IHC-JPT).
18 Ramlot OP, P. De Montevideo, 15 septembre 1957 (septiembre 1957). Entre nous, nº 6, p. 13.
19 Ramlot participó de casi todas las reuniones del Consejo directivo, entre el 7 de diciembre de 1957 y el 30 de junio de 1960. Solo se ausentó a causa de sus viajes. Actas CD Claeh, Montevideo, diciembre 1957-junio 1960. IHC-JPT.
20 En 1961, se resolvió aumentar el número de integrantes del Consejo directivo. Ingresaron entonces representantes de Chile, el Pbro. Oscar Domínguez; de Perú, Dora Beuzeville; de Paraguay, Manuel M. Gómez Fleytas, y se renovó el delegado argentino, que pasó a ser Luis Osvaldo Roggi. También se produjeron cambios en la representación de Brasil y Uruguay: Fr. Benevenuto de Santa Cruz OP y Antônio Bezerra Baltar (Brasil); Juan Pablo Terra, Beatriz Tabares de Garmendia, Paul Ramlot OP, Pierre Mathy e Iris Pimenta (Uruguay).
22 François Malley OP (Chamalières, Haute-Loire, 1914-Lyon, 1993) Ingresó a la Orden en 1934, fue ordenado en 1939. Integró el equipo de EH desde 1941. Fue prior de la comunidad del colegio de Oullins (1965), superior de la casa de Montevideo (1968), y prior del convento de Montpellier (1970). A partir de 1972, durante casi veinte años, desde el Centre Lebret, bajo la dirección de Fr. Vincent Cosmao OP, Malley tradujo y difundió el pensamiento teológico latinoamericano: Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Enrique Dussel, Mons. Pedro-Mª Casaldáliga, Pablo Richard y Marcello de Carvalho Azevedo SJ. En 1974 fue el traductor de la primera edición francesa de Teología de la liberación. Perspectivas de Gustavo Gutiérrez (Salamanca: Sígueme, 1972 - Bruselas: Lumen Vitae, 1974). Ver Múnera Dueñas, 2020: 117-137.
23 Nota de Lebret a Vincent de Paul Rande OP (Rande), provincial de Toulouse, París, 1959. Section 1 M. Montevideo-Documents officiels-K2100-K 2300/ K.2.201. Archives Dominicaines de la Province de Toulouse (ADPT).
24 Malley figura en todas las sesiones del Consejo directivo, entre el 13 de octubre de 1959 y el 30 de junio de 1960. Actas CD Claeh. IHC-JPT.
25 También aportaron textos los uruguayos Carlos Tosar, Dionisio Garmendia, Beatriz Tabares de Garmendia e Iris Pimenta. En cuanto a los textos de los franceses, en algunos casos se publicaron traducciones de artículos o capítulos ya publicados en francés. Por ejemplo, en noviembre de 1959, el Consejo directivo del Claeh resolvió seleccionar dos capítulos del libro Spiritualité de l’engagement de Thomas Suavet (París: Économie et Humanisme-Les Éditions Ouvrières, 1959), para su traducción y publicación en los Cuadernos latinoamericanos de Economía Humana. Acta del 17 de noviembre de 1959. Actas CD Claeh. IHC-JPT.
26 Actas CD Claeh. IHC-JPT.
27 De acuerdo a la misma fuente, en el año académico 1958/59 el IRFED recibió 5 estudiantes de Latinoamérica; fueron 14 en 1959/60; 19 en cada uno de los tres años académicos siguientes; 21 en 1963/64; 30 en 1964/65; 29 en 1965/66; 22 en 1966/67 (Delprat, 1982: 38- 39)
28 Ramlot, Mémorandum. Fondation d’un Institut ou d’un Service d’Études Politiques d’Amérique latine, mars 1963, f. 7. Section 1 M Montevideo-Documents officiels-K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT.
29 Institut d’Études Politiques pour l’Amérique latine, Montevideo, 1964. Section 1 M Montevideo-Documents officiels-K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT.
30 Bulletin de l’IEPAL en Amérique latine, nº 2 (octobre 1963). Section 1 M Montevideo-Documents officiels-K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT.
31 En 1975, el IEPAL pasó a ser el Instituto de Estudios Prospectivos de América Latina, con sede en la Universidad del Norte “Santo Tomás de Aquino”, la universidad dominicana de Tucumán. Carta de Ramlot a Joseph Kopf OP (Kopf), provincial de Toulouse, Tucumán, 30 noviembre 1975. Dossier Secrétariat Provincial. Michel-Paul Ramlot. ADPT.
32 Principales activités de l’IEPAL de Madrid. Montevideo, 1965. Section 1 M Montevideo-Documents officiels-K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT. Como ejemplo, en 1965 integraron el cuerpo docente: Alain Birou OP, profesor del IRFED de París; Arturo Camilleri, del Ministerio de Agricultura de España; Georges Célestin, director general de la CINAM, París; Emilio Figueroa, catedrático de Economía política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM); Enrique Fuentes Quintana, catedrático de Teoría de las Finanzas y de Derecho fiscal de la UCM; Jean Golfin OP, secretario general del IEPAL y profesor de Filosofía política en Toulouse; Bernardo Pena, profesor de Econometría en la UCM; Paul Ramlot OP, director general del IEPAL en Montevideo; José Ros Gimeno, miembro del Consejo Nacional de Economía y profesor de Demografía en la Escuela Nacional de Estadística, Madrid. En más de una ocasión, integró el cuerpo docente el economista argentino Alberto Solá, secretario general de la ALALC, Asociación Latinoamericana de Libre Comercio.
33 Principales activités de l’IEPAL de Toulouse, 1964. Section 1 M Montevideo-Documents officiels - K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT.
34 Mémorandum: L’IEPAL et ses activités. 1964-1966 ; Bulletin de l’IEPAL en Amérique latine, nº 2 (octubre 1965): 4. Section 1 M Montevideo-Documents officiels - K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT.
35 Bulletin de l’IEPAL en Amérique latine, nº 2 (octobre 1965): 2. Section 1 M Montevideo-Documents officiels - K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT.
36 IEPAL. II Curso Internacional 1965. Montevideo, 22 de noviembre a 4 de diciembre de 1965. Section 1 M Montevideo-Documents officiels - K 2400-K 2500/ K.2.401. ADPT.
37 Carta de Ramlot a Kopf, Buenos Aires, 21 de diciembre de 1972. Dossier Secrétariat Provincial. Michel-Paul Ramlot. ADPT.
38 Juan Pablo Terra (Montevideo, 1925-1991) Nacido en el seno de una familia tradicional católica, se recibió de arquitecto en 1950. Fue profesor de Sociología y Metodología de la investigación en la Facultad de Arquitectura, e integró el Consejo directivo de la Facultad de Arquitectura y el primer Consejo directivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar, Uruguay). Coordinó el Sector Vivienda y Desarrollo Urbano en la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico/CIDE, entre 1963 y 1966, y en 1966 actuó como experto en Vivienda para la Organización de las Naciones Unidas, en Brasil. Fue diputado por el Partido Demócrata Cristiano, entre 1967 y 1972, proponiendo el esquema y la redacción original de los capítulos fundamentales del Plan Nacional de Vivienda. Fue protagonista relevante de las negociaciones que condujeron a la creación del Frente Amplio, en febrero de 1971. En 1974, después del golpe de Estado, impulsó la reorganización del Claeh, y se dedicó a tareas de investigación, capacitación y promoción. Actuó como periodista y realizó numerosas publicaciones (Mussio, 2018: 52-54; García Mourelle, 2019)
39 Carlos Tosar (Montevideo, 1925-2019) Creció en una familia cristiana y numerosa. Amigo y compañero de estudios de Terra, se formaron juntos en EH. Tosar participó de la fundación de los EBC y del Claeh. Inició su vida religiosa en Brasil, en la diócesis de Santo André (São Pablo), en la congregación de los Hijos de la Caridad, fundada en 1918 por el francés Jean-Émile Anizan. Ordenado en 1969, en 1985 se le encomendó la primera fundación en Argentina, con poco éxito. Más adelante cumplió funciones apostólicas en Cuba y nuevamente en Brasil. Debido a su edad y problemas de salud, regresó a Uruguay, donde falleció.
40 Esta lista fue elaborada a partir de los textos de Juan Pablo Terra y Virginia Pontual, y de la documentación del Instituto Humanista Cristiano “Juan Pablo Terra”. Agradezco, además, la disponibilidad y la valiosa colaboración de Clara Addiego, Evana Alfonso, María Camou, Milton Colman, Lorena García Mourelle, Carla Lima, Mary Méndez, Bernarda Monestier, Alberto Pígola, María Inés Terra y Cecilia Zaffaroni (Uruguay), en la obtención de datos sobre los integrantes de los EBC.
41 Como ya se ha adelantado, Carlos Tosar sería ordenado sacerdote a los 44 años, en 1969.
42 En el grupo hubo cuatro matrimonios: Juan Pablo Terra y Carmen Ortiz, Dionisio J. Garmendia y Beatriz Tabares, Alberto Pígola y Blanca Artola, Hugo Addiego y Gloria Más de Ayala. Por otra parte, Carlos Tosar era primo hermano de las hermanas Blanca y Mª Concepción (Maruja) Artola Tosar, hermanas a su vez del padre jesuita Miguel Artola. Alberto Puppo era cuñado de Terra, casado con María Orfilia Ortiz.
43 Actas del 22 de abril y del 15 de julio de 1958. Actas CD Claeh. IHC-JPT.
44 Acta del 18 de agosto de 1959. Actas CD Claeh. IHC-JPT. El subrayado está en el original.
45 Actas del 13 y 20 de octubre, 3 y 26 de noviembre de 1959. Actas CD Claeh. IHC-JPT. A comienzos de diciembre de 1959 cambió el secretario de actas del Consejo y los textos se vuelven mucho más breves y resumidos; ya no figuran las diversas opiniones de los presentes.
46 Este cuadro fue elaborado a partir de los textos de Juan Pablo Terra y de Virginia Pontual, y de las Actas del Consejo Directivo del Claeh (diciembre 1957-junio 1960), IHC-JPT. Agradezco especialmente la disponibilidad y la valiosa colaboración de Sofía Brizuela (Colombia), Gabriela Candanedo de Rodríguez Nin (Panamá), Marcos Fernández Labbé (Chile), Rolando Iberico (Perú), Guillermo Múnera Dueñas (Colombia), Gabriel Nagy (Estados Unidos), Iris Pimienta (Uruguay), Luis Ugalde SJ (Venezuela), para la obtención de datos sobre los miembros del Claeh.
47 Hoja de vida de Esteban Nagy Szighety. Papeles de la Familia Nagy Patiño. Agradezco al Ing. Gabriel Nagy Patiño su valiosa colaboración.
49 Los cuadros de miembros del IEPAL y de expertos colaboradores provienen de los documentos del IEPAL, ADPT. Agradezco mucho la disponibilidad y la colaboración de Marianne Borthayre (Francia), Mª Lourdes García Aguerre, Mª Inés Giavi, Mª Cristina Giavi, Claire Hounie, Verónica Lusiardo, Enrique Mazzucchelli, Bernarda Monestier (Uruguay), Guillermo Múnera (Colombia), Reyna Navarrete, Paulo Olascoaga, Romeo Pérez Antón, Cecilia Pérez del Castillo, Alejandro Perroni, Esteban Perroni, Ramiro Podetti (Uruguay), Gabriel Real de Azúa (Francia), Carmen Sellera, Ana Sommer y Ricardo Zerbino (Uruguay) para la obtención de datos sobre los miembros del IEPAL.
50 André Hillion, muy cercano a Ramlot, fue director de la compañía Air France, en Uruguay. Más adelante, representó a la librería francesa René Le Bacon, encargada de las suscripciones locales de Le Monde, L'Express y Le Nouvel Observateur hasta 1963 (Gapenne, 2022: 178).
51 No hemos podido obtener el año de nacimiento de ocho socios fundadores.
52 No hemos podido conocer el área de formación de tres socios fundadores.
53 Beatriz Tabares de Garmendia (1926-2013) Doctora en Derecho por la Universidad de la República, fue miembro fundador de los Equipos del Bien Común, el Claeh -de cuya primera Comisión directiva fue secretaria- y del IEPAL. Se casó con Jorge Dionisio Garmendia y tuvo dos hijos. Fue un pilar de los Cuadernos Latinoamericanos de Economía Humana; publicó dos artículos sobre temas de desarrollo. Lebret escribió sobre su participación en la Sesión de Montevideo de 1957: “La Sra. de Garmendia, la esposa del colíder de nuestro equipo uruguayo, hizo esta mañana una presentación notable de una hora y media. Revela que ha encontrado la técnica para el perfecto ejercicio de la función materna y de su compromiso cívico-EH”. Diario de Lebret, Montevideo, 7 de setiembre de 1957, f. 11. Archives du R. P. Lebret, 45AS, 20000035/3. ANPS. Tuve el gusto de conocer y tratar al matrimonio Garmendia-Tabares, en las décadas de 1980 y 1990. Fui alumna del Dr. Garmendia, un sobresaliente profesor de Sociología de la Religión. La Dra. Tabares, su esposa, era una mujer inteligente y decidida, enérgica, que no vacilaba en contradecir a su esposo si su opinión era diferente: una deliciosa “feminista” sin banderas, que su marido moderaba con cariño y argumentos.
54 No hemos podido obtener el año de nacimiento de cuatro expertos.
55 Estudiaron en el IRFED el sacerdote paraguayo Ángel Acha Duarte, los argentinos Eduardo Albertal y Orlando Molina Cabrera, el canadiense Denis Goulet y Paul Ramlot OP. Laurent Turin OP fue uno de los profesores prestigiosos del Instituto.
56 “Ce continent est un volcan…”, texto de Georges Morelli sin título ni fecha; 31 pág. manuscritas, cit. en Malley, 1986: 203-204.
57 Journal de voyage de Fr. Alain Birou OP, Santiago de Chile, 24 de junio de 1967, f. 100. Papeles de Fr. Alain Birou OP. Archives Dominicaines de la Province de France.
58 El retorno a la vida democrática, en 1985, así como la aprobación de leyes que hicieron posible la creación de universidades e institutos universitarios privados, después de más de 120 años de monopolio universitario estatal, propiciaron el desarrollo académico del Claeh.la organización se transformó en Instituto Universitario Claeh, en 1997, y en Universidad Claeh, en 2017. La institución sigue manteniendo la inspiración lebretiana de su creación y de su misión. https://universidad.claeh.edu.uy/
59 En 1953, Lebret participó en las Journées d’études européennes sur la population, organizadas por el Institut National d’Études Démographiques/INED, en París; en el segundo Congreso Internacional de Sociología, realizado en Lieja y auspiciado por UNESCO y el gobierno belga; y en diversos eventos coordinados por el Centre catholique des intellectuels français/CCIF. En 1957, participó del 50º Coloquio de la Association Internationale des Sciences Économiques, en Rio de Janeiro; en la Conferencia General de las Naciones Unidas; y dio un curso en la Universidad de Montréal. Los reconocimientos siguieron y con ellos su proyección internacional (Angelo, 2013: 65).
Susana Monreal
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