Sobre el sentido de la vida
Resumen
“Es preciso vivir con inteligencia”, decía Etienne Gilson. Si queremos vivir en conformidad con nuestra dignidad y perfección entitativa de personas, dotadas de alma racional y de potencias espirituales, inteligencia y voluntad, hemos de usar bien nuestra libertad. De ahí que el “ser hombre” sea un privilegio, pero también una responsabilidad. Quien se pregunta “¿para qué vivo?”, “¿para qué existo?” -pregunta recurrente a lo largo de la vida, matizada por distintos estados de ánimo, de salud física o psíquica, situaciones afectivas, laborales, etapas de crisis o de serenidad y demás circunstancias concretas e irrepetibles que afectan a cada persona- no puede pretender contestar a ese interrogante con una respuesta única, a menos que ella sea como la cúspide de una pirámide en la que convergen distintas respuestas a otras tantas preguntas fundamentales.