Pierre Duhem: fe y ciencia o amor y realidad
Resumen
Desde Aristóteles se nos viene enseñando que por naturaleza el hombre desea saber. Y lo que los hombres deseamos saber no es otra cosa que la verdad de las cosas; intentamos comprender la realidad efectiva del mundo en el que vivimos, nos movemos y somos. Y los itinerarios en esta inagotable y ardua búsqueda de la realidad verdadera –o, lo que es lo mismo, de la verdad de lo real-, los hemos recorrido y los seguimos recorriendo a través de varios caminos o huellas que nos conduzcan a esa anhelada verdad última de lo real –o, lo que es idéntico, a la realidad última de la verdad primera-. Para lo cual, anhelosos y temerarios, nuestros recorridos se aventuran por los caminos o sendas del mito, del arte, de la religión, de la filosofía, o de la ciencia... entre otros. Y, a primer golpe de vista, esos caminos plurales no son incompatibles si comprendemos y aceptamos como legítimas las diferencias o divergencias de los métodos para pesquisar la verdad primera o la realidad última.